Parece que la alimentación de los niños castellano-manchegos no es tan completa como se pudiera pensar, al menos en el apartado de lácteos. Aunque los menores de Castilla-La Mancha toman diariamente leche (según el 78,3% de los padres), fruta (un 54,3%) y yogur (un 37%), no se alcanza la cantidad mínima de alimentos lácteos recomendados por la Federación Española de Nutrición (FEN), de entre 2 y 4 raciones al día. Así, el 13% de los niños castellano-manchegos toma leche menos de 3 días a la semana, ascendiendo a 24% en el caso del yogur, misma cifra registrada a nivel nacional. Sin embargo, un 6,5% de los pequeños de la región no toma nunca o menos de tres veces por semana leche y yogures.

Es lo que indica el informe 'Estudio sobre valores, creencias y hábitos del consumo de yogur por el público infantil en España' realizado por la asociación del sector, AEFY, que es la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos. Los datos recogidos revelan que la región se sitúa en la media de consumo de lácteos, muy por debajo de Castilla y León (donde prácticamente la mayoría de los niños toman estos alimentos), Galicia (98%) y País Vasco (97%). Así pues, se constata que en las comunidades con una mayor cultura de lácteos, la toma está muy interiorizada.

La investigación también revela que esta carencia de alimentos lácteos en los menús a nivel nacional no se suple en los colegios, ya que más de la mitad de los centros (un 52,3%) nunca ofrece leche a sus alumnos y un tercio (32,8%) se olvida de incluir el yogur. Por el contrario, la fruta está más extendida y más de la mitad de las escuelas (un 56,1%) incluye este alimento al menos 3 veces por semana en el menú escolar. 

En el caso de Castilla-La Mancha, la situación mejora ligeramente, aunque continúa siendo baja: casi la mitad de los centros (47,9%) nunca incluye la leche en sus menús, y casi 2 de cada 5 centros (37%) nunca proporciona yogur a los menores.