El Consejo Nacional del Agua tiene previsto aprobar mañana viernes una reducción de casi un tercio del volumen de agua a trasvasar cada mes del Tajo al Segura cuando los pantanos de Entrepeñas y Buendía estén en lo que se conoce como ‘nivel 2 ‘(un nivel por encima de la alerta por sequía). En concreto,  se pasará de los actuales 38 hectómetros cúbicos a un máximo de 27.

El Ministerio de Transición Ecológica, que cuenta con la mayoría en este organismo, ya comunicó hace unos días esta decisión a la Junta de Comunidades. Decisión con la que se comenzaría a cumplir con dos de las reclamaciones históricas de Castilla-La Mancha en materia de agua: la prioridad de la cuenca cedente (en este caso el Tajo) y la consecución de una lámina estable de agua en los pantanos de la cabecera del río.  

«Este viernes se da un paso más en dirección de lo que viene demandado Castilla-La Mancha desde hace mucho tiempo. En un planteamiento de prioridad de la cuenca cedente frente a la receptora; de planteamiento ecológico y mantenimiento de la biodiversidad de ribera en el río Tajo a su paso por Aranjuez, Talavera de la Reina y Toledo y en el interés de los municipios ribereños», según señala el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo.

Cabe reseñar que esta decisión que toma ahora Madrid no es arbitraria. Como recuerda la Junta, recoge los cálculos técnicos presentados durante la tramitación del llamado Memorándum del Tajo de 2014, aprobado por los entonces Gobiernos del PP tanto a nivel nacional como en Castilla-La Mancha, y que no fueron tomados entonces en cuenta.

Un dato ejemplifica lo que, a juicio del Gobierno regional, representa esta reducción del volumen a trasvasar cuando la cabecera del Tajo está en nivel 2, como ocurre en estos momentos:  solo en el último cuatrimestre se habría ahorrado al Tajo la salida de 44 hectómetros cúbicos.

En cuanto a los ya anunciados recursos de los regantes de Murcia y la Comunidad Valenciana, principales perjudicados por esta medida, la Junta no ve probable que fructifiquen en tanto en cuanto esta decisión está basada en informes técnicos.

Con todo, Martínez Arroyo reitera  «la necesidad de la derogación urgente de ese memorándum que tanto perjudica a Castilla-La Mancha y que no piensa para nada en los agricultores pequeños y medianos, ni de aquí ni del Levante». En su opinión, «es el momento de cambiarlo» y de tener en cuenta la necesidad de que se respeten los caudales ecológicos del Tajo, un asunto «que no es cuestionable», tal y como se  recoge en la sentencia «clarísima» del Tribunal Supremo (TS), que obliga a incluirlos en la planificación hidrológica.