El temporal de nieve que cubrió la ciudad de blanco en el pasado mes de enero provocó grandes daños en zonas verdes y edificios albacetenses, algunos de ellos históricos y protegidos, como es el caso del inmueble que se encuentra junto a Legorburo, el que albergó el estudio fotográfico Belda. Este edificio ya estaba deteriorado, pero la borrasca Filomena hizo que la cubierta quedara en muy malas condiciones, obligando a colocar una valla junto a la fachada, en plena calle Ancha, para seguridad de los viandantes temiendo que se pudiera desprender alguna teja o elemento de la propia fachada.
A principios de febrero se puso el foco sobre este edificio y, desde el Ayuntamiento, indicaron que se realizaría una actuación de urgencia ante su estado de ruina. Mientras tanto, las administraciones seguían trabajando para conocer y establecer qué elementos se debían proteger. 
El Servicio de Patrimonio de la Dirección Provincial de Educación Cultura y Deporte en Albacete elaboró un estudio y ya se conoce la resolución del mismo, que se convierte en el punto de partida para establecer el margen de maniobra que tienen los propietarios a la hora de actuar sobre el inmueble, avanzó la responsable, Maite Rico. La fachada del edificio Belda, como «elemento de mayor valor cultural», y unos pilares de fundición que existen en lo que era la parte comercial del interior del inmueble tendrán que seguir en pie sea cual sea el proyecto que planteen los propietarios del inmueble.

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