Que nunca falten voluntarios

M.O
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Cruz Roja intensifica estas semanas la atención a personas mayores y en situación vulnerable, con la ayuda altruistade quienes se encargan de hacer la compra y recoger los medicamentos para llevarlos al domicilio del usuario

Que nunca falten voluntarios - Foto: Rubén Serrallé

Estadísticas estatales dicen que en la provincia hay más de 36.000 hogares unipersonales, y entre ellos están los de 15.000 albacetenses que ya cumplieron los 65 años, 15.000 mayores para los que el confinamiento supone no pocas complicaciones añadidas a su día a día. Para atender las necesidades de estas personas que viven solas existe desde antes el trabajo de colectivos como Cruz Roja Albacete, un trabajo que se ha intensificado estas dos semanas. La entidad ha lanzado el proyecto Responde para atender todo lo que tiene ver con los efectos de la emergencia sanitaria y social, y ocuparse de los mayores es parte de ese trabajo: “Siempre hemos hecho esta tarea”, explicaba María Ángeles García, responsable del programa. Atendían a mayores “a personas que tienen problemas de movilidad, con deterioro cognitivo, situaciones de especial vulnerabilidad… Ahora lo que hemos hecho es ampliar el rango de personas a las que se está atendiendo, personas que en condiciones normales serían autónomas y no necesitan nuestra ayuda, ahora pueden necesitarla, porque sus familiares no pueden darles el apoyo porque están en cuarentena, por ejemplo”. La responsable del programa explica que ahora sí reciben estas “solicitudes externas, de este tipo, personas que normalmente no necesitan nuestra ayuda, pero ahora sí, también mayores que tienen autonomía, pero que por las patologías que tienen no es bueno que salgan a la calle”. Voluntarios de Cruz Roja hacen esas tareas por ellos: “Lo principal que nos demandan son compras de alimentos y recogida de medicamentos; hemos hecho un protocolo con las farmacias, para que preparen el pedido las oficinas, y los voluntarios van a y lo recogen”. Ayer mismo voluntarios de la organización hacían uno de estos servicios, iban a una farmacia para luego visitar el hogar de la persona mayor que había pedido la ayuda. “Al día podemos hacer tres o cuatro servicios de este tipo”, explicó María ángeles García.

La entidad también se ocupa estos días de resolver muchas dudas y peticiones por teléfono, no solo de personas mayores: “A veces damos la indicación de donde encontrar comidas a domicilio, o para compras online; pero estamos pendiente de todos, tenemos una agenda en la que contemplamos llamar a casi 2.400 personas; les damos los consejos de prevención del coronavirus, aprovechamos para detectar posibles casos de necesidad, ver si están atendidos… Son mayores, pero también personas que hayan estado en contacto con la institución por alguna situación de vulnerabilidad”.

 

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