El ciclista Óscar Sevilla sigue a sus 43 años dando mucho que hablar en el mundo del ciclismo. Afincado hace ya varios años en Colombia, el albacetense de Ossa de Montiel milita en el Team Medellín, con el que sigue obteniendo buenos resultados. Confinado en casa, como el resto del mundo, realizó un directo a través de las redes sociales junto al jefe de comunicación del equipo, Diego Giraldo, en el que durante una hora estuvo respondiendo preguntas y curiosidades a los aficionados de uno y otro lado del charco.

Sevilla se lamentó de que la situación le ha imposibilitado estar ahora mismo en España dado que su equipo tenía pensando participar en pruebas como la Vuelta a Asturias o la Vuelta a Madrid, en las que podría haber visto a su familia. Con todo cancelado y confinados en casa, habló de sus entrenamientos. «Es muy diferente entrenar en rodillo que hacerlo en carretera. El simulador es una herramienta para hacer entrenamientos concretos, pero ahora todo cambia. No podemos hacer grandes distancias y no se puede comparar nunca con la carretera. Es más por mantenimiento. Cambia la motivación, el objetivo, porque no sabemos cuándo vamos a volver a competir. Toca trabajar con  cuidado, porque no te puedes relajar ni pasarte de forma».

Óscar Sevilla recibió muchas preguntas sobre su carrera y si tenía alguna espina clavara, el ciclista habló de la Vuelta a Colombia «una prueba muy dura, que no me veía capaz de ganar. Muchos años persiguiéndolo hasta que logré el primer triunfo en 2013 y creo que me quite una espina, pero lo cierto es que en general estoy muy orgulloso de todo lo que he hecho y me siento un privilegiado por ser ciclista profesional».

A la hora de hablar de un título deportivo que recuerda como especial recordó otra vez la Vuelta a Colombia «y el título en 2013, que fue el primero y complejo, porque empecé con una gastroenteritis, perdí cinco minutos el tercer día de carrera, pero logré darle la vuelta  y ganar».

Sobre una subida mítica, Sevilla habló de Alpé d’Huez y recordó como el día de más sufrimiento una etapa del Tour de Francia en 2005 cuando corría en el equipo de Jan Ulrrich. «Fue una etapa de montaña que desde el primer momento hicimos muy dura y recuerdo estar con mi compañero de equipo Giuseppe Guerini y pensar que no llegábamos al final. Al final llegamos, porque el cuerpo da más que la mente, pero pasé la pájara más grande que recuerdo».

Óscar Sevilla ya tiene 43 años, pero mantiene la ilusión por seguir compitiendo. «Soy consciente que me queda menos que más y me siento muy orgulloso de todo lo que he hecho y muy contento de esos últimos años en este Team Medellín donde lidero al equipo para ganar carreras, pero también trabajo en ayudar a mis compañeros a luchar por sus sueños y trabajar en equipo. Estoy disfrutando de una de mis mejores etapas deportivas y quiero ir día a día. No quiero poner una fecha de caducidad. El día que ya no tenga ilusión de entrenar, de viajar, de competir, ahí se acabará mi carrera como profesional y pasaré a otra etapa, siempre con la bicicleta presente en mi vida».

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