Cuerpos sin complejos

A.M.
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La fotógrafa Charo Guijarro despoja de morbo el desnudo femenino y lo presenta como la parte más humana de las mujeres

Charo Guijarro presenta una colección de fotografías de gran tamaño impresas en tela. - Foto: Charo Guijarro

Su empeño por retratar el cuerpo de una mujer con la mayor naturalidad y normalidad posible viene de atrás. Harta de los roles y estereotipos de belleza que rodean a las mujeres desde hace siglos, siempre impuestos por los hombres, Charo Guijarro centra su objetivo en esas aristas, heridas, excesos e imperfecciones que se advierten en la gran mayoría de cuerpos femeninos, pero que también la gran mayoría de mujeres tratan de esconder e incluso arreglar, aunque para ello tenga que pasar por el quirófano, para evitar el rechazo y crítica social que todavía hoy genera no tener unas medidas perfectas.
«El desnudo femenino siempre ha estado castigado por el arte y la fotografía, ha estado acompañado de un halo sucio, negativo y feo, sencillamente porque ha estado representado desde el punto de vista masculino», explica Charo Guijarro, que en toda su trayectoria como fotógrafa artística ha tratado el cuerpo desnudo de la mujer como herramienta de empoderamiento y como medio a través del cual elevar a la mujer, en el arte, a la condición de sujeto y no como mero objeto a observar, contemplar y, lo que es más grave, criticar.
En la exposición Mujer, la erótica de lo natural, la fotógrafa albacetense plantea el desnudo femenino desde una mirada bella y maravillosa y trata de completar con él esos millones de atributos que tienen las mujeres: «El desnudo es la parte más humana de la mujer y nadie mejor que nosotras para explotarlo, aunque nos cueste exponernos», considera Charo Guijarro, que defiende la necesidad de que sean las propias mujeres las que cuenten, desde el punto de vista artístico, sus propios desnudos: «Ya está bien que solo lo cuenten los demás».

 

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