Este es el primer año que el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, maneja también los presupuestos de agua. Y lo hace con fuerza. Esta tarde anunció en las Cortes que están ultimando un Plan de Depuración con el que llegarán a una inversión total de 500 millones de euros. Confirmó que lo quiere tener aprobado antes de que termine el año y se marca como objetivo «garantizar depuradoras en todos los municipios».

Arroyo expuso que esta iniciativa dará solución «a todos los pueblos que están a la espera de que se haga una depuradora» y avanzó que empezarán con las obras de los municipios que más lo necesiten.  Encuadró esta iniciativa en una estrategia en la que prima el punto de vista medioambiental, pues los problemas en depuración se acaban traduciendo en una mayor contaminación en los ríos.

El Plan de Depuración será plurianual, pero en 2020 empezarán las inversiones. Arroyo confirmó que en los presupuestos hay 48 millones para obras hidráulicas tanto de depuración, como de abastecimiento. En el punto de abastecimiento, declaró que van a trabajar con entidades locales y con la Administración del Estado para garantizar los recursos en los municipios para el consumo humano y para las actividades económicas que lo requieran.

Arroyo cuenta con esos 48 millones para obras hidráulicas en los presupuestos de 2020, pero está planeando conseguir más dinero de la Unión Europea, en concreto de los fondos Feder (los de Desarrollo Rural). Calcula que así podría conseguir 23 millones de euros adicionales. Explicó que una parte de las obras programadas en los presupuestos se podrán justificar dentro del programa operativo Feder y conseguir así esos 23 millones, que aliviaría la contribución económica de la Junta. «¿Qué sucede? Que aumentaremos la cuantía disponible para estas obras al año próximo», refiriéndose a 2021, «para tener más fondos disponibles para ese Plan de Depuración».