Tenía poco más de 20 años cuando empezó su actividad en los banquillos como ayudante de Gregorio Ocaña Yoyo en el filial del Albacete Balompié a finales de los años 90. Juan Carlos Calero Piñero (Albacete, 1976), conocido en el mundo del fútbol como Juanky, acaba de cumplir los 33 años y se prepara para vivir una apasionante aventura profesional y personal en Japón, junto a Andrés Iniesta.

El futbolista de Fuentealbilla, que milita en el Visel Kobe, va a montar en colaboración con Rakuten, empresa dueña del club japonés, una escuela de fútbol que quiere tener ramificaciones por todo el país con el objetivo de enseñar a los niños japoneses el fútbol como lo entiende Iniesta. Y para dirigir esta escuela, el autor del gol que dio a España su primer y único Mundial, pensó en Juanky Calero, una sorpresa y un orgullo para este joven técnico cuya vida siempre ha estado ligada al fútbol base.

Dirigió multitud de equipos en la cantera del Albacete, fue seleccionador regional sub-15 y, en varias ocasiones, se encargó del equipo juvenil de División de Honor, del que han salido multitud de jugadores que militan en Segunda, Segunda B y Tercera División. Le llegó la oportunidad de ser segundo entrenador del primer equipo con Luis César  y, tras cerrar una larga etapa en el Alba, encontró hueco en la Escuela de Fútbol Albacer, donde ha sido su director técnico en los últimos años.

No ha sido fácil para Juanky Calero tomar la decisión de aceptar esta oferta, por lo que supone tener que desplazarse a Japón a nivel familiar, pero la oportunidad es de un nivel profesional y económico tan importante que era irrechazable. Sería imposible enumerar los mensajes de felicitación recibidos por gente del mundo del fútbol, que conocen a Juanky y saben que es persona idónea para dirigir un proyecto de este calibre, por la facilidad que tiene para llegar a los niños y realizar un trabajo de cantera.

La Andrés Iniesta Methodology tiene previsto presentarse a finales de mayo y poner sus primeras escuelas en funcionamiento a finales de junio en Kobe y Osaka. Es la primera fase de un proyecto más ambicioso, que dependiendo del nivel de aceptación tiene pensado crecer con la creación de escuelas en otras capitales japonesas.

«Andrés Iniesta, con el que tengo una buena relación desde hace años, se puso en contacto conmigo para hablarme del proyecto y que le gustaría que fuera yo el que lo dirigiera. El único problema era que tendría que irme a Japón, conociendo mi situación personal, pero que el primer nombre que le vino a la cabeza fue el mío y que le haría mucha ilusión tenerme allí. Fue un momento de ilusión, nervios. Lo comenté con mi familia, con la gente cercana, y todo el mundo lo veía como la oportunidad de mi vida. El problema eran mis hijas, pero gracias al apoyo de mi madre y mi hermana pude darle una respuesta positiva a Andrés y a partir de ahí todo fue muy fácil para cerrar el acuerdo», manifestó Juanky Calero mientras prepara su marcha a Japón.

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