El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, apuesta por el “diálogo” entre las “fuerzas políticas y sociales” en Cataluña para resolver de manera “pacífica” las tensiones “puntuales” a su juicio que estamos viviendo en los últimos tiempos, ya que si se “cronifican” pueden acabar pasando factura a la economía y a la sociedad. Además, pidió al Banco Central Europeo que implemente de manera “urgente” una salida a la política de tipos de interés negativos que está “agotada” y comienza a prodrucir efectos “adversos” en la economía de la zona euro.

Gual ha intervenido hoy en Madrid en el desayuno informativo Fórum Europa donde ha sido preguntado por la situación que atraviesa Cataluña y las consecuencias que esto está teniendo para el negocio bancario. En su respuesta afirmó que CaixaBank tiene un “compromiso absoluto” con todos los territorios en los que opera y que aboga, como ha hecho siempre, por “promover el diálogo y el progreso social a través de la confrontación de alternativas políticas dentro de la ley”.

A su juicio, “hemos vivido momentos difíciles en los últimos años” y por eso es conveniente hace “una llamada al diálogo, porque sin duda esas dificultades, esas tensiones, no favorecen al desarrollo”. No obstante cree que el problema “preocupante” no viene tanto por “episodios puntuales, que no son positivos y deben ser rechazados” sino cuanto se “prolongan a lo largo del tiempo”.

Tipos de interés negativos

Por otra parte, el presidente de CaixaBank reclama de manera “urgente” al Banco Central Europeo una “estrategia de salida que evite la cronificación de esta situación de tipos negativos” que a su juicio es una anomalía.

“Es el mundo al revés: el deudor cobra intereses y el prestamista los paga. Hemos llegado a este punto porque la zona euro ha exprimido al máximo la política monetaria, la ausencia de una autoridad fiscal europea que complemente la política monetaria ha obligado a esta última a realizar unos esfuerzos extraordinarios”, aseguró al respecto.

De hecho, Gual considera que si bien la política de tipos de interés bajos fue positiva y necesaria en el momento más duro de la crisis, ahora ya ese modelo “está agotado” y sus “efectos adversos” superan a los “hipotéticos beneficios”. Así, dijo, ante la situación de falta de rentabilidad se puede producir la paradoja de que muchas familias pueden responder aumentando el ahorro y gastando menos, lo que puede tener un efecto contractivo en la economía.

Compromiso con la España rural

Por otra parte, a pesar de la política de reducción del número de sucursales, el presidente de CaixaBank resalta el compromiso de la entidad con las zonas rurales y mostró su compromiso de que ningún pueblo de más de 10.000 habitantes se quedará sin oficina, al tiempo que el banco mantendrá su presencia en la gran mayoría de los de más de 5.000 personas

“Evidentemente, en las grandes ciudades el modelo hacia el que vamos exige una concentración de oficinas en grandes store en las que podremos atender a la clientela en función de su segmento. Pero en la España rural continuamos estando presentes y, en muchos casos, con una oferta especializada” hacia el mundo agrícola, concluyó al respecto.