Como informó La Tribuna de Albacete el pasado mes de julio, en la localidad hay un monumento erigido «A los caídos por Dios y por España», en concreto en la placeta de acceso a la iglesia de la pedanía de Sierra, que es propiedad del Obispado de Albacete, al que se insta desde el Ayuntamiento a que lo retire, de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica. Tras el escrito recibido de la Mesa del Senado, en el que se le indicaba que la localidad aparecía como uno de los que podrían estar incumpliendo la ley, la alcaldesa explicó que la Cruz se encuentra «en un terreno que pertenece al Obispado de Albacete y desde el Ayuntamiento no se puede intervenir en el mismo, aunque vamos a solicitar que se actúe por su parte con el fin de cumplir con la legalidad vigente». Desde el Obispado se contestó afirmando que el monumento y la lápida de la pared de la iglesia de Sierra se habían colocado de acuerdo a un acuerdo plenario de la época y que, la propia norma establece que la retirada «no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley». Una vez recibido el escrito del Obispado, la Junta Local de Gobierno decidió instar a su retirada, según explica la alcaldesa, Amparo Ballesteros, porque «un hipotético acuerdo de tiempos de Franco, no exime de cumplir con la legalidad vigente». En la sesión se indica que aunque existiera acuerdo plenario municipal, como indica el Obispado, «éste no sería vinculante en la actualidad y habría quedado afectado con la promulgación de la Ley referida, que obliga a las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, a que tomen «las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Tampoco concurren razones artísticas». Por ello procede llevar a efecto «la retirada de la placa y monumento existentes en la puerta de la Parroquia de la pedanía de Sierra que, a todas luces, son contrarias a la Democracia y Ley citada».