Consumada ya la perdida de la categoría, el equipo de Eduardo Clavero quería dar una alegría a su afición y lo consiguió. Empezó el partido con mucha seriedad y superó con claridad al Tormes, para irse al descanso con un claro 50-30. Tormes redujo diferencias en el tercer cuarto, pero no peligró un triunfo buscado y deseado antes de despedirse de la LEB Plata.