«En el jazz encontré mi forma de expresión»

A.D
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Pedro Iturralde, un mito del jazz, visitó Albacete, invitado por el profesor Juan Carlos Vila para impartir una clase magistral y un concierto en el Conservatorio Profesional de Música y Danza de Albacete.

Pedro Iturralde. - Foto: Rubén Serrallé

¿Por qué continúa en activo?, ¿qué tiene la música?

Desde muy joven elegí la música, con ayuda de mi padre, que era un gran músico, no profesional, de banda. Lo he intentado, pero no puedo dejarla, tengo que continuar, la palabra jubilación no existe en mi vocabulario,  y además, tengo mucha gente que me sigue.  

¿Qué tiene de especial el saxo?

Muchas cosas. Yo toco el clarinete muy bien y me gusta, igual que la música clásica y he tocado con orquesta sinfónica casi todas las obras  para saxofón, porque en las sinfónicas no hay saxo en plantilla y he sido el saxofonista de la Orquesta Nacional y gracias a Ravel he viajado mucho, Japón, Estados Unidos, Italia,  toda Europa y me ha encantado siempre. 

Usted, que empezó en la música muy joven es historia del jazz europeo, ha compartido escenario con todos los grandes. 

Pues sí, es verdad. Verás, el jazz es una forma de expresión muy diferente a la música clásica, hay una gran libertad de expresión y luego está la armonía. En el jazz encontrabas que una melodía es diferente y siempre me ha gustado poner en mi música rasgos del país donde estoy y de las regiones, tengo una Balada galaica sobre un gallego que viaja a América, de Navarra, muchas también, como El molino y el río, porque mi padre era molinero, pero músico de corazón; tenía ese gusto por la música, por la afinación, su base era buenísima. 

Yo empecé con él, en la banda de mi pueblo, tocando el clarinete, no había saxofones y de París se mandaron cuatro. Mi padre eligió el tenor, que le gustaba mucho, pero ensayando una obra, el director pidió a mi padre que tocase el saxo barítono, y lo hizo. Pasó a tocar el barítono pero le dijo al director que el saxo tenor tenía que ser para mí, y claro,  pasé a ser el tenor de la banda.  

A partir de ahí llegaron los éxitos. 

Mis primeros éxitos se los debo a Navarra, porque me contrataban en una orquestina para baile hice un grupo, con un gran éxito, tanto es así que pedían al chico de Falces, al hijo del molinero. Ahí ya empezaba a improvisar, conocí el jazz. Me di cuenta que en el jazz el músico tiene que poner algo de sí mismo, no solo tocar las notas, y encontré mi forma de expresión. 

Aquí sigo porque me he dado cuenta que me queréis muchísimo en toda España, en cualquier sitio que voy, incluso cumplí los 90 años tocando un concierto en Cuenca y estaba el auditorio lleno. Yo tengo la expresión, que creo que es lo que llega al público, mi forma de decir una melodía, creo que con el instrumento hablo, sin palabras.  

Muchos viajes. 

He viajado muchísimo, ya desde antes de la mili fui a Tánger, Casablanca, Argel. Después incluso fui a Burgos donde hice una orquesta con músicos de la quinta. Mi primer trabajo fue con un quinteto en el Hotel Plaza, en Madrid. Después vinieron a buscarme y fui a Líbano, donde toqué incluso con músicos griegos, aprendí muchísimo con esa orquesta, y después viajé a Grecia; luego volví a España, claro, pero he viajado por todo el mundo. 

También mostró cómo podía ser el jazz fusionado con el flamenco.

Sí, es una de las cosas que siempre he hecho, toco, improviso un jazz aflamencado, con frases de jazz pero dentro de la idea del flamenco. Pero, como decía, me gusta incluir música de todas las regiones. Si estoy en Cataluña, toco, por ejemplo El cant dels ocells y aquí también algo conocido. 

Estuve también en Torrente como profesor y al final, me pusieron hasta una calle allí, por eso decía que me siento muy querido en toda España, también en Albacete, donde he tocado muchas veces.  

Usted tocó con orquesta, banda, orquestina, con distintas agrupaciones, ¿cuál es la que más le gusta?

Para jazz me gusta el quinteto; también he hecho mucho cuarteto.

He compuesto también muchas cosas, que no son grandes obras, son pequeñas cosas, pero tienen algo. 

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