«Hoy más que nunca necesitamos de tu ayuda, de las donaciones y de la solidaridad de los albacetenses». Con estas palabras se refería el portavoz de la Fundación Banco de Alimentos de Albacete, Francisco José Lledó, a la situación actual que vive esta organización benéfica en la capital y una vez que lo recopilado en la gran recogida del pasado mes de noviembre durase hasta finales de febrero y la llegada del coronavirus impidiese que se hiciesen las colectas previstas en primavera, mientras que, por contra, la necesidades de los más vulnerables a las que hacer frente han ido en aumento. «Todos los días llama gente diciendo que necesitan alimentos y nosotros tratamos de derivarlos a las caritas parroquiales o a los ayuntamientos, a sus servicios sociales. Hay una necesidad y la vemos pero somos igualmente conscientes de que esto va a ir a más», comenta. 

Con las puertas cerrada al público, su actividad se mantiene gracias al trabajo desinteresado de sus voluntarios, a las redes sociales, a los whatsapp y, lo que es más importante, a «la buena respuesta social solidaria, dice el portavoz de esta Fundación, que hemos recibido y recibimos echándonos una mano con continuas aportaciones particulares de alimentos y donaciones económicas». 

Lo último que les ha entrado han sido 1.200 kilos de harina procedentes de Higueruela; 803 kilos en conserva que se han podido comprar gracias a la contribución de los donantes; 1.512 botellas de agua y 288 de zumos donados por unos hinchas del Alba; cuatro palees de leche enviados por el Banco de Alimentos de Girona; 2.000 kilos de alimentos dados por personal del Ejército del Aire; 7.281 litros de leche que les han hecho llegar una empresa y 325 kilos de cacao, 325 kilos de galletas y un palee con agua embotellada también dados por diferentes empresas.

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