Los estadios desiertos no han hecho desaparecer la pasión por los colores en los equipos. El presidente de la Curva Rommel explica las sensaciones de buena parte de los seguidores del Albacete, tanto en el ámbito local como en lo referente al debate en torno al fútbol moderno.

¿Cómo se lleva en una peña no poder asistir al estadio?

Hace año y medio que no entramos en el campo, pero el cuerpo se acostumbra. La gente ha buscado otros hobbies para evadirse de los problemas y cuando vuelva el fútbol creo que va a ser complicado que el público vuelva a llenar los campos y habrá quienes ya no lo hagan.

¿Qué le parece la trayectoria del Albacete Balompié?

A nivel deportivo no se puede hacer peor. Estás colista y es prácticamente imposible salvarse con solo 18 puntos en juego, y tiene que ocurrir un milagro para ganar cinco o seis partidos en una categoría donde cuesta tanto hacerlo. Se ha hecho fatal. En el mercado de invierno, salvo Dani Torres, los fichajes fueron de relleno y no dan la talla. Se debió apostar más por parte de la propiedad, no sé si la dirección técnica tuvo las manos atadas, pero es una lástima porque con poco que hubiesen apostado creo que nos habríamos salvado.

Si se consuma el tercer descenso en 10 años, ¿qué ocurrirá la próxima temporada?

Entramos en una categoría nueva, una Segunda B más potente que la anterior con una selección de los 40 mejores equipo. Creo que será muy complicado porque los contratos de televisión en esa categoría no estarán a la altura, y en cuanto al público, la gente está un poco fría después de dos años desastrosos. Será muy complicado meter gente en el Carlos Belmonte.

¿Qué le parece la idea frustrada de la Superliga? ¿Está de acuerdo en que el fútbol se está mercantilizando en exceso?

Hace años que el fútbol está mercantilizado y la idea de antaño se ha perdido. Vamos solo a la cuestión económica, y en realidad es el mismo perro con distinto collar porque la UEFA va a hacer lo mismo con contratos millonarios, van a acotar las entradas y habrá equipos fijos para jugar la Champions. Todo esto es un desastre para el fútbol modesto, el pequeño será más pequeño y el grande será más grande. Ningún equipo pequeño como el Deportivo podrá ganar la liga, todo estará monopolizado por el Real Madrid y Barcelona, y la distancia cada vez será mayor. No sé sé si debería haber una rebelión de los pequeños para que el fútbol cambie, pero se está creando una burbuja parecida a la inmobiliaria hasta que explote y volvamos al fútbol de antaño.

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