«Todos los albacetenses tenemos algo de cuchilleros»

I.M.
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Antonio Caulin es el nuevo director ejecutivo del Museo Municipal de la Cuchillería

Antonio Caulín, director del Museo Municipal de la Cuchillería. - Foto: Rubén Serrallé

A principios de este mes el plenario del Museo Municipal de la Cuchillería designaba a Antonio Caulín como nuevo director ejecutivo del citado Museo a propuesta del alcalde, Vicente Casañ.  Vinculado al Museo y a la cuchillería,  la dirección de Caulín, a cuyo entender, este Museo no podría funcionar sin el equipo de personas que trabajan en él, será  continuista con lo que ha habido hasta ahora, pero también innovadora.Funcionario de carrera en el Ayuntamiento, este historiador y profesor en la UNED se plantea esta nueva actividad como un reto, como un honor.

Lo primero que toca preguntar al nuevo director ejecutivo del Museo Municipal de la Cuchillería es ¿cómo fue su designación?

Fue un acuerdo del Pleno del Consorcio  del Museo Municipal de la Cuchillería y que está formado, como es conocido, por el Ayuntamiento y  por Fudecu. De los 10 votos a emitir recibí ocho votos positivos y dos abstenciones, siendo el  alcalde, Vicente Casañ, que, además, es el presidente del Consorcio, quien me propuso. Creo que me propuso porque conoce mi trayectoria de interés por las cuestiones de Albacete, especialmente, sobre la historia, la arquitectura y la conservación de elementos tan importantes para la ciudad como pueden ser el Teatro Circo, los Depósitos del Sol y el propio Museo Municipal de la Cuchillería.   

¿Se esperaba esta designación o ha sido para usted una sorpresa?

Sí que conocía que la anterior directora, Mariana, había presentado su dimisión hace tiempo y yo, por mi parte, estaba en disponibilidad de colaborar con el Museo. Mi experiencia como secretario técnico del Instituto de Estudios Albacetenses durante más de siete años, como miembro de la comisión permanente, así como la trayectoria que he llevado en la Universidad de los Mayores, mi defensa de los valores de la ciudad, mis colaboración con la UCLM, mi  trabajo como profesor en la UNED o mi devenir al frente del Negociado de  Patrimonio en el Ayuntamiento, creo que son los aspectos que se han tenido en cuenta para que un funcionario de la Administración, de la cual depende el Consorcio, fuese nombrado como director.

No obstante también tiene, además, vinculación con la cuchillería y con el Museo, ¿cuáles son éstas?  

Le tengo muchísimo  cariño a la cuchillería y al Museo. Le tengo un afecto especial y personal ya desde el concurso de ideas que se hizo hasta la creación del Museo con Manuel Pérez Castell, Fudecu y Aprecu, pasando por  la promoción, con José Antonio  García y Juan Andrés Barbero, de una declaración de apoyo a la marca de cuchillería de Albacete para todos los productos que se hiciesen aquí. Además, de todo esto fui vocal del Ayuntamiento en el Consorcio del Museo durante cinco años y miembro de la comisión de seguimiento de la marca AB-Cuchillería durante otros cuatro o cinco años. Y luego está mi conexión familiar, o mejor dicho, uno de mis hermanos se llama Domingo porque mi bisabuelo Domingo Sánchez era uno de los hermanos de Cuchillería El Sol y cuyo taller estaba, más o menos, a la altura del actual Hotel Castilla. Siempre hemos sabido en casa que descendíamos de esta cuchillería. Yo creo que todo los albacetenses tenemos algo de cuchilleros, todos tenemos alguna vinculación, algún conocido o familiar dedicado al sector. El hacer cuchillos que fueran y son  útiles, bellos y demandados por toda España es algo que tenemos insertado y hay que ponerlo en valor, por eso, creo que el Museo es una pieza importante en nuestra cultura.

¿Cuánto tiempo, no obstante, va a estar Caulín al frente?  ¿Qué opina de la persona a la que sustituye, de Mariana de Pascual?

La corporación me ha nombrado y la corporación me puede destituir. Aquí no hay tiempo, es decir,  mi dirección puede durar un mes, tres año, o más, como ha sido el caso de Mariana, que ha estado 10 años. Mariana es una  gran profesional, la conozco desde hace 16 años y de hecho he colaborado con ella directamente en dos exposiciones: la de Aquellos hombres que vendían en la estación  y  la de  Oficio, afilador. Mariana es una pieza clave.

¿Por dónde va a ir su trabajo? ¿Qué retos se ha planteado?

 Lo que me importa, sobre todo, es que se visite el Museo, el poner en valor nuestra historia. Quiero que la gente se sorprenda con las piezas expuestas, con su belleza, con su valor. Creo que visitar el Museo de la Cuchillería, que ahora es gratuito y tiene todas las medidas de seguridad, es una experiencia feliz, entretenida, divertida y culta porque es una manera de conocernos a nosotros mismos.  Como director, voy a coordinar los distintos departamentos que hay, como es administración, conservación, actividades o recepción turística, pero más que coordinar lo que quiero es impulsar a este grupo de profesionales que tienen mucha experiencia y que, además, para mí tienen muchísimo valor. 

Voy a mantener el trabajo que se estaba haciendo pero también  voy a introducir novedades. Se pueden hacer las dos cosas.

¿Y su condición de historiador también se va a ver plasmada en la dirección o en el propio devenir del Museo, o no?

Soy doctor en Historia Contemporánea por la UNED y para mí trasladar a la sociedad estos tesoros y la historia de los objetos de arte que tenemos, es importantísimo. Yo quiero que la gente disfrute aquí como nosotros disfrutamos.

Además, de que una de mis ilusiones es poder conformar exposiciones itinerantes para que, primero toda la ciudad, y después la provincia, conozca el Museo de la Cuchillería, porque se ha dado el caso no sólo de que nos visitan más los niños que los adultos, sino también porque es ese público infantil el que luego invitará a sus padres a que les vuelvan a traer a este lugar maravilloso o directamente a que vengan ellos solos. Ahora, por lo tanto, lo que toca es traer a los adultos.

Lo que quiero es volcar el Museo de la Cuchillería  a la sociedad, tratar de llegar al mayor público o a relacionarnos con la mayor cantidad posible de colectivos.  Lo que quiero, en definitiva, es que haya más visitantes, que nos conozcan más. Ahora es el momento para venir porque el Museo cabe recordar que tiene todas las medidas de seguridad que nos están reclamando con el tema del Covid.

¿A pesar del Covid hay movimiento en estos momentos? 

En la primera quincena de julio del año pasado nos visitaron 750 personas y en la primera quincena de julio de este años nos han visitado 338 personas. Y esto es importante por dos motivos a tener en cuenta. Por un lado, porque este año no hay Escuelas de Verano, las cuales, venían a representar un continuo trasiego durante todo el día, y por otro, porque hoy por hoy ya no hay tanto autobuses de turistas, especialmente de personas mayores, como los que nos venían antes de la pandemia procedentes de la región valenciana.

Ha hablado de la persona que estuvo antes que usted al frente de la dirección.  Y ¿del resto del equipo de  personas que están en el Museo que diría?

Lo que destacaría del equipo de personas que están en el Museo, junto a su profesionalidad, es que quieren el Museo y así me lo han traslado en las diferentes entrevistas que he mantenido con ellos y en las que he notado su querencia por el Museo. Esa querencia yo la valoro muy positivamente porque aportan en su trabajo, experiencia y querer solucionar cualquier problema que pueda darse sea en la parte de atención a los visitantes o de recepción de los turistas que realizan Alicia, Loli , Manuel y Milagros, como en la de didáctica y actividades, sea con el público tanto infantil  como no infantil con talleres y concursos, con Sara, o en la de comunicación con Lola, entre otras.

Este equipo lo forman profesionales que quieren a su ciudad y al Museo y  que valoran positivamente estar trabajando en él. Yo ya los conocía de antes, algunos incluso desde el inicio del Museo y de hecho ya tenía con ellos una relación estable incluso antes de esta situación. Si no fuese por el equipo que tiene, el Museo no podría funcionar. 

Su línea es de continuidad, pero también piensa en las novedades ¿Ya se está trabajando en alguna?

Estamos trabajando, como ya  he mencionado,  en la itinerancia de las exposiciones, o mejor dicho, estamos al espera de que nos contesten los lugares de recepción para que en el momento en el que lo sepamos  lo daremos a conocer. Mi objetivo es que siempre haya una exposición itinerante activa. Se estará moviendo por la ciudad o por la provincia. Puede ser más grande o más pequeña  en su tamaño pero lo importante es que nos conozcan mostrando a la ciudadanía cómo es el museo, cómo es la tradición cuchillera o cómo ha sido el devenir, por citar un ejemplo, de los premios del concurso de cuchillería.

También quiero trabajar mucho  con la Asociación de Amigos del  Museo de la Cuchillería y con el sector, con Aprecu, con Fudecu o con la Escuela de Cuchillería porque el Museo emana mucho de ese interés del sector industrial por tener un lugar en donde dejar  sus piezas más significativas.  Para mí, Aprecu y Fudecu son las líneas, en definitiva, sobre las que me tengo que orientar.  Sé que según el Atlas de Economía Mundial España en el 2018 ocupaba un buen puesto en el ranking exportador de cuchillos al mundo por un importe de 35 millones y ya dentro de España, Albacete es la ciudad cuchillera. Me debo al sector, al Ayuntamiento y a los mecenas.

Ya para terminar, ¿esta dirección le va a suponer mucho cambio en su vida? 

Sí que me ha supuesto un gran cambio, pero cómo lo estoy llevando con ganas, con entusiasmo, no pasa nada. Es un reto y un honor. Tengo una gran suerte personal en esto de trabajar en el Museo de la Cuchillería, siendo Albacete la ciudad de la cuchillería y  siendo Albacete, mi ciudad.  Recuerdo y percibo lo que dijo Amós Núñez de que el Museo de la Cuchillería es el museo de los sentimientos, o lo que dijo Manuel Pérez Castell de que el Museo de la Cuchillería es un sitio en donde se alberga la memoria de la ciudad . Esto me marca y bastante.