La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando concedió ayer su medalla de honor a la Institución Libre de Enseñanza, organización fundada en plena Restauración borbónica por un grupo de catedráticos, entre los que se encontraba Francisco Giner de los Ríos, que renovó la enseñanza de nuestro país a finales del siglo XIXy buscó alejarla de dogmas oficiales en materia religiosa, moral o política.

Su actual presidente, José García-Velasco García, recogió la distinción en el transcurso de un acto celebrado en la sede de la Academia, en la madrileña calle Alcalá, 13, que contó como broche final con un recital de la soprano albacetense Elisa Belmonte, acompañada al piano por  la francesa Laurence Verna, afincada hace muchos años en España. 

Las piezas interpretadas, prácticamente desconocida por el gran público, fueron canciones de Gabriel Rodríguez, Salvador Bacarisse y Rodolfo Halffter, los tres vinculados a la  histórica institución galardonada.

En el caso de Gabriel Rodríguez, las tres composiciones fueron las mismas que se interpretaron en el Ateneo de Madrid en 1903 como homenaje dos años después de su muerte y que Elisa Belmonte ya cantó un siglo después en el mismo escenario y en 2008 en la Fundación Juan March: El llanto (dedicado a la muerte de su hija), Il dolce bacio y Si al mecer las azules campanillas (una rima de Gustavo Adolfo Bécquer). Rodríguez, político, abogado, economista e ingeniero de caminos fue uno de los propulsores de la Institución Libre de Enseñanza y él mismo se tenía como un músico aficionado, por lo que al principio no firmaba sus canciones, aunque  los compositores más importantes de su época, como Granados o Pefrell, apoyaron mucho su labor en este campo.

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