Convocados por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Albacete (Apeht), cientos de hosteleros y profesionales relacionados con el sector salieron a la calle en sus coches para reivindicar que les dejen trabajar. Se trata de una protesta más de uno de los sectores afectados por la pandemia del coronavirus. Subrayan que si no pueden trabajar, el Gobierno debería elaborar un plan de apoyo para que puedan subsistir porque "el sector se muere".

“La salud es lo primero, pero la pandemia económica está abocando a la ruina al sector. Se nos ha damnificado fuertemente desde que se inició la pandemia, llevamos 10 meses de restricciones sin que nos dejen trabajar”, subrayó el presidente de la Apeht, David Giménez, que lamentó que, mientras la hostelería ha estado casi cerrada, los contagios han ido en aumento.

“Es una injusticia lo que se le está haciendo a la hostelería y a los sectores que dependen en gran parte de ella”, indicó Giménez, lamentando que después de que se decretara la Fase 3 reforzada en toda la región, que provoca el cierre de todos los establecimientos hosteleros permitiendo sólo el servicio a domicilio, “muchos compañeros no volverán a abrir”.

El presidente de la Asociación de Distribuidores de Albacete, Carlos La Orden, por su parte, reivindicó que se escuche a un sector que “está sufriendo un desgaste y agotamiento inasumible”. Añadió que “los números siguen sin avalar el cierre riguroso de la hostelería, creemos que es hasta contraproducente porque se están fomentando las reuniones familiares y, aunque son lícitas, son las verdaderas causantes de los contagios. El 80% de los casos vienen motivados por las reuniones familiares”.

Pidió a las autoridades que “reflexionen, que dejen vivir a la hostelería y a los que vivimos de ella con medidas más laxas. Y si es imprescindible que nuestro sector cierre, no nos abstenemos, pero para ello necesitamos ayudas”. 

Los hosteleros recorrieron varias calles de la ciudad haciendo sonar el claxon de sus coches y mostrando cartelería en la que indican que no son los culpables de la pandemia y que la situación es insostenible, por lo que “a cero ingresos, cero gastos”.