Desestiman la demanda de una enferma de fibromialgia

Josechu Guillamón
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Paqui Lozoya Auñón anuncia su intención de recurrir ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la región, para lograr la incapacidad permanente absoluta para trabajar

Imagen de Paqui Lozoya en su vivienda. - Foto: Arturo Pérez

El pasado 15 de febrero, Paqui Lozoya Auñón acudía al Juzgado de lo Social 1 de Albacete para reclamar que se reconociera que estaba afectada de una incapacidad permanente absoluta o, subsidiariamente, total para su profesión habitual como limpiadora de colegio, derivada de la fibromialgia que padece, con los derechos económicos inherentes a dicha declaración. Sin embargo, el magistrado titular del juzgado ha decidido desestimar la demanda interpuesta contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social. 

En este sentido, hay que señalar que la sentencia reconoce que la demandante «presenta síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, y trastorno adaptativo reactivo a enfermedad física», pero asegura que «el hecho de que padezca estas patologías no significa que su capacidad laboral esté abolida, o limitada».  Además añade que a todo trabajador que presente fibromialgia no se le debe reconocer una incapacidad permanente pues «la evolución y los efectos limitativos de las patología pueden ser muy diferentes en cada persona». 

En el caso de Paqui Lozoya, el magistrado afirma que «no consta que la paciente haya sido tratada en la unidad del dolor correspondiente», lo que se explica por «el relativamente reciente desarrollo de la enfermedad que cabe colegir del diagnóstico de la misma en el mes de septiembre de 2019, siendo calificada la fatiga crónica y fibromialgia que padece de moderada  en distintos informes». 

Algo con lo que no está de acuerdo Paqui Lozoya, que padece fatiga crónica desde 2012 y que dice estar «muy desanimada» tras la sentencia. 

No acreditado. Y es que la sentencia afirma que «no cabe considerar acreditado que las dolencias diagnosticadas a la demandante impliquen para la misma limitaciones que le impidan desarrollar las tareas fundamentales de su profesión habitual ni, por la misma razón, cualquier otra actividad laboral, por lo que procede la desestimación de la demanda, sin perjuicio de que en caso de agravación de los síntomas padecidos pueda instar de nuevo procedimiento de incapacidad permanente, o en caso de que sufra algún pico de agudización de sus dolencias, pueda acudir a la situación de incapacidad temporal». 

Por todo ello, Paqui Lozoya, que ha pasado un mes de excedencia sin empleo, ni sueldo, a la espera de la sentencia y que tendrá que incorporarse a su puesto de trabajo el próximo lunes, anunciaba a La Tribuna de Albacete su intención de recurrir la sentencia ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. «Vamos a recurrir hasta la última instancia».