Más de 8.700 alumnos recibirán formación contra el acoso

Ana Martínez
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El programa 'TúCuentas' realiza en la provincia una media de 25 atenciones psicológicas al año a familias, víctimas y agresores

Se calcula que un siete por ciento de alumnos de la ESO pueden sufrir acoso continuado. - Foto: Óscar Solorzano

Más del siete por ciento del alumnado de Educación Secundaria puede estar sufriendo una situación de acoso continuado, mientras que más del 30% de quien lo sufre no lo comunica a sus progenitores. Durante el confinamiento, el uso del móvil se incrementó un 30% entre la comunidad educativa y un 55% en el caso de las redes sociales.

Durante el confinamiento, el acoso escolar, conocido también como bullying, se trasladó casi de forma exclusiva al entorno virtual, ante el cierre de los centros educativos, pero con la vuelta a la normalidad en las aulas, ha sufrido una mutación: no solo ha regresado al espacio físico, sino que se está combinando con las redes sociales y las aplicaciones de mensajería.

Con la finalidad de dar continuidad a las actuaciones de prevención y sensibilización, ideadas para luchar contra el acoso escolar y ciberbullying, la delegación provincial de Bienestar Social en Albacete, con el apoyo de Educación, ha reanudado el programa TúCuentas, un proyecto basado en el desarrollo de talleres formativos a alumnos y docentes contra las prácticas acosadoras, humillantes y agresivas, tanto físicas como psicológicas, que se producen en el ámbito de la comunidad educativa.

Durante el curso 2021-2022, los talleres formativos llegarán a más de 8.700 alumnos de la provincia de Albacete que están cursando de cuarto a sexto de Primaria y primero y segundo de Secundaria, ciclos en los que las investigaciones apuntan que se detectan, de forma mayoritaria, los casos de bullying en las aulas. No en vano, el mayor número de casos de acoso escolar se produce entre los 11 y 13 años. «Dentro del acoso escolar, el que más abunda es el verbal, humillaciones, burlas, insultos..., y también las acciones que originan el aislamiento y la exclusión de la víctima, junto a la manipulación de su entorno de amigos, prácticas muy comunes entre las chicas, porque los chicos comienzan así, pero terminan con alguna agresión».

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