Un Albacete ya sin cartuchos visita a un rival directo

C. Guzmán
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El equipo blanco estrenará a su tercer técnico de la temporada frente a un Castellón repleto de viejos conocidos con pretensiones similares

Stuani hizo triplete en el último Castellón-Albacete (2009), con victoria visitante por 3-5. - Foto: Josema Moreno.

El peor Albacete en décadas intentará agotar hoy (18.15 horas) una de sus últimas oportunidades, quién sabe si la última para no quedar descolgado en el fondo de la clasificación y comenzar a decir adiós a la Segunda División cuando todavía no se ha completado la mitad del torneo.

La enésima derrota a manos del Girona llevó aparejada la caída de Aritz López Garai y la llegada del tercer inquilino del banquillo, Alejandro Menéndez, al que se le hace jugar exactamente el mismo papel que se atribuyó a su antecesor: el último cartucho para salvar los muebles.

Quizá pareciera que las metáforas se han agotado en el plano del ultimátum, vocablo vaciado de su contenido. Más que cartucho postrero, con tres técnicos y dos directores deportivos en un corto lapso de tiempo, bien cabría situar las cosas en un trance desesperado. Quemado, en efecto, el último cartucho, al Albacete solo le queda combatir a culatazo limpio tras haber dilapidado su arsenal, que tampoco era mucho.

Durante la semana, cuya convulsión ha sido un más de lo mismo, se ha puesto en el punto de mira a la plantilla, a medio camino entre la mano dura que no siempre resulta eficaz y las amenazas más o menos veladas de que se prescindirá en breve de jugadores con contrato en vigor. Los futbolistas, en efecto, han entonado el 'mea culpa', aunque queda en el aire si realmente pueden ofrecer más de lo que hasta ahora han mostrado.

Sea como fuere, el partido de hoy se las trae. Los blancos rinden visita a un Castellón, equipo que en la jerga de moda figura en 'su liga', a saber, los que pelean por seguir una temporada más en el fútbol profesional. Los blanquinegros, con cuatro puntos más y una plantilla muy justa para la categoría, tampoco lo tendrán fácil para mantener la categoría, lo que otorga al encuentro una dosis de dramatismo impropia de las fechas en las que nos encontramos.

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