"Juventudes ha incidido en la evolución del nivel cultural"

A. Díaz
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El presidente de Juventudes Musicales de Albacete, Agustín Peiró, asegura que, aun sin quererlo, "me cuesta mucho menos hacer yo mismo las cosas que delegarlas"

Agustín Peiró Amo, presidente de Juventudes Musicales de Albacete. - Foto: José Miguel Esparcia

Agustín Peiró Amo, presidente de Juventudes Musicales de Albacete, es arquitecto superior, titulado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectos de Sevilla y pianista de carrera, por el Real Conservatorio Superior de Música de Sevilla, así como premio extraordinario de Música de Cámara en el Real Conservatorio Superior de Música de Sevilla. Entre otras distinciones, es miembro de número del Instituto de Estudios Albacetenses, Arquitecto Diocesano, académico de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, de Sevilla, y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid. Además de ser concertista de Piano y presidir el Ateneo de Albacete entre 1984 y 1986, es Tribuno en la sección de Artes y Letras, distinción concedida por La Tribuna de Albacete por votación popular. Junto a estos premios, es un enamorado de su profesión, la Arquitectura, así como de la Música, tanto es así que continúa con plena dedicación a Juventudes Musicales. Ahora, se acaba de convocar la cuadragésimo primera edición del Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas Ciudad de Albacete, certamen que se celebrará del 18 al 22 de abril. 

Agustín Peiró Amo analizó distintos aspectos de este prestigioso certamen de Piano, uno de los más importantes del país, por el que han  pasado los más destacados intérpretes y jurados en las últimas décadas, y comentó aspectos de la trayectoria de Juventudes Musicales, así como de su dedicación personal.

Su profesión es la Arquitectura, pero es también algo más que una profesión para usted.

Para contestarte, primero desciendo a la anécdota que, a veces, es casi más ilustrativa. Cuando tenía cinco años, mi padre estaba en Madrid, opositando a Cátedra de instituto, era 1950, por cierto sacó el número uno y eligió Sevilla. Recuerdo que le pregunté en esos días a mi madre  cuál era la profesión más bonita que había. Ella me habló de la de mi padre, catedrático en Ciencias Naturales, o notario, como mis abuelos. En un momento dado me habló de la que para ella era la más bonita de todas, arquitecto, y me explicó también en qué consistía. Me dijo que había otra que era preciosa, músico. Yo le prometí que sería arquitecto y músico y, desde los seis años, lo he tenido siempre clarísimo, no he dudado ni un momento. Eso claro, tenía contrapartidas, había que estudiar mucho. 

¿Juventudes Musicales de Albacete es un empeño personal?

Tengo muchas cualidades, positivas y negativas, vamos a poner al 50 por ciento. Soy muy perfeccionista, me gusta el orden y la proporción y eso me hace tener una concepción arquitectónica, cartesiana, y claro, eso te condiciona la forma de ser, la manera de hablar, y puedo decirte que por esto, si formas equipo con alguien, lo traes frito. Aun sin quererlo, me cuesta mucho menos hacer yo mismo las cosas que delegarlas, algo que es por comodidad propia y eso le confiere  un carácter personal a Juventudes Musicales de Albacete y a lo que haga. Acabé la carrera de Arquitectura en 1971 y en junio del año pasado se cumplieron 50 años de ejercicio de la profesión. 

Yo destacaría la importancia enorme de la incidencia que ha tenido Juventudes Musicales en la evolución del nivel cultural de Albacete, hasta llegar a la situación actual. Te puedo decir que el 20 de noviembre de 1979 se fundó, cuando Albacete sí que era muy pobrecito, permite la expresión en esta materia, sin embargo, es justo decirlo, se hacían unos Festivales de España, precisamente en el Parque, que eran una maravilla. 

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