Los ciudadanos cada vez son más conscientes de que la ciudad es de todos. Contribuir a mantenerla limpia y ser cuidadosos con el mobiliario urbano ha sido, y sigue siendo, una tarea insistente de sensibilización y concienciación. También de responsabilidad económica. La Administración Local impulsó una Ordenanza Municipal que contempla, entre otras cuestiones, sanciones para los que arrojan colillas, chicles, papeles y, especialmente, para quienes usan la calle como urinario. 

Cuando el daño ya está hecho, lo que toca es limpiar. Y de ello se encargan unas brigadas específicas habilitadas por la empresa que tiene la contrata municipal, Valoriza. «Este programa de limpieza intensiva de manchas en calles y aceras públicas, de todo tipo, se inició en el mes de junio y es fruto de una campaña de concienciación», explica el concejal de Sostenibilidad, Julián Ramón García. 

El Consistorio había detectado, en base a un informe previo que hizo la empresa adjudicataria de la situación de las vías públicas y de los barrios con más problemas, que había «una gran incidencia de manchas de cierto volumen en las aceras» y que, además, no se eliminaban con limpieza ordinaria.

medio año. Así pues, y dentro de la posibilidad que el contrato entre el Ayuntamiento y la empresa valoriza ofrecía de impulsar campañas de concienciación, se pusieron en marcha las nuevas brigadas que se encargan de este cometido específico. Desde julio, hasta la fecha, concreta el concejal de Sostenibilidad, «se han eliminado 22.853 manchas», que redunda, además, en una mayor facilidad del servicio ordinario de limpiezas para acometer sus tareas.

Estas brigadas de limpieza específica de las manchas trabajan con dos profesionales cada una, en dos  equipos distintos -repartidos por la capital, en función de las necesidades-, y en tres turnos diferentes, de mañana, tarde y noche. 

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