Camino a 2023

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Sánchez intentará poner orden en el PSOE en el Congreso de octubre, con una decidida apuesta por la unidad de los socialistas y así encarar con garantías las batallas electorales

Camino a 2023 - Foto: María José López

Como si se tratase de una hoja de ruta perfectamente diseñada, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está llevando a cabo distintos movimientos estratégicos, tanto dentro del Gobierno como del PSOE, con un único objetivo: encarar con las máximas garantías las próximas citas electorales de 2023, correspondientes a los comicios municipales y autonómicos de mayo y a las generales de noviembre, siempre que el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos consiga agotar la legislatura. 

Para afrontar estos retos, los socialistas harán frente en los próximos meses -en el Congreso del partido en octubre y en las convenciones territoriales posteriores- a las posibles heridas abiertas en la formación y a una amplia renovación interna. De hecho, la drástica remodelación ministerial que realizó Sánchez el pasado 10 de julio despejó muchas dudas sobre el calado de los movimientos que habrá en la cúpula socialista, ya que, según señalan fuentes del partido, se auguran «cambios profundos».

Así, recalcan que los movimientos ya han comenzado con la salida de José Luis Ábalos como secretario de Organización del PSOE, lo que ha dejado las riendas del partido a la vicesecretaria general, Adriana Lastra, con ayuda del secretario de Coordinación Territorial y sucesor de Ábalos al menos hasta el cónclave de octubre, Santos Cerdán.

También se espera que el líder de la formación, al igual que ha hecho en la crisis de Gobierno con personas como Óscar López, Pilar Alegría o Isabel Rodríguez, recupere para la primera línea a figuras del partido que no apostaron por él en anteriores procesos de primarias, en un intento para fortalecer la unidad interna.

Precisamente la renovación irá más allá de la dirección y se prevé que se evidencie también en los congresos territoriales. En este sentido, el liderazgo ya está despejado en Andalucía, donde Juan Espadas sustituirá Susana Díaz. Abierta está la situación en Madrid. La salida de Ángel Gabilondo y de José Manuel Franco ha dejado al partido en manos de una gestora mientras que Hana Jalloul está al frente de los socialistas en la Asamblea.

 

Afines y díscolos

El congreso de los socialistas asturianos ya tiene fechas, del 17 al 19 de diciembre, y su número uno y presidente autonómico, Adrián Barbón, muy afín a Sánchez, lo afronta con la máxima tranquilidad. También renovará su responsabilidad la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y espera hacerlo igualmente Emiliano García-Page en el cónclave de Castilla-La Mancha de finales de octubre, aunque ha sido uno de los barones más combativos con Ferraz, pero su éxitos en las urnas son incontestables. Algo similar ocurre en Extremadura, aunque Guillermo Fernández Vara no ha seguido en la línea combativa contra la dirección.

Lo previsible en Canarias es que renueve en su cargo como secretario general Ángel Víctor Torres, también presidente de la comunidad y declarado sanchista. Otro de los apoyos indiscutibles de Sánchez es la presidenta navarra, María Chivite, también sin rival fuerte en su federación. Lo mismo sucede con la secretaria general del PSOE vasco y vicelehendakari, Idoia Mendia. 

Los progresistas de Galicia sí que afrontan un otoño agitado. Aún no hay fecha para su congreso, pero en los últimos meses ha habido varios enfrentamientos directos entre la actual dirección y la agrupación de La Coruña, de la que se espera que surja un candidato alternativo para suceder a Gonzalo Caballero.

La salida de Ábalos del Gobierno y del núcleo duro de Sánchez ha dejado desconcertados a los socialistas de la Comunidad Valenciana, donde el exministro cuenta con una corriente de afines. Su secretario y presidente autonómico, Ximo Puig, espera renovar el cargo después de haber reconducido su relación con Sánchez. Sin embargo, la remodelación del Gobierno ha dado fuerza a la exalcaldesa de Gandía y nueva ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, a la que algunos ya ven como futura sucesora de Puig.

La España ‘multinivel’

Más allá de los nombres, el PSOE busca la solución para el encaje territorial, en un juego de manos bautizado como España multinivel frente al llamado neocentralismo. Esta es la solución que los socialistas quieren ofrecer a Cataluña, en una apuesta disimulada, pero clara por el federalismo que han defendido desde hace años, a pesar de no tener cabida en la Constitución. Por eso, la hoja de ruta se basaría en reforzar la cogobernanza y coordinación entre las distintas regiones.