Esta mañana amanecía con la noticia del fallecimiento de un joven de 25 años en la factoría de Incarlopsa en Tarancón. La cuarta víctima mortal de la siniestralidad laboral en lo que va de año en la región.

Un suceso que no pasó desapercibido en la sede del Gobierno regional, donde estaban reunidos los agentes sociales y el presidente de la Junta. Todos ellos lamentaron este suceso, aunque fue el presidente de la patronal, Ángel Nicolás, muy afectado por la noticia, el más contundente, exigiendo más dinero para las políticas de prevención de riesgos.

«Tengo una sensación de rabia e impotencia» ante esta noticia, «que me lleva a preguntarse si todos hemos hecho todo lo que podíamos hacer». «No es normal que se sigan produciendo caídas en altura», aseguró.

En este sentido, «me comprometo a dar un paso más en prevención de riesgos laborales, tenemos la responsabilidad de hacer más de lo que venimos haciendo y esto implica más fondos». Es más, «si hay que peregrinar a Europa a pedirlos, yo me comprometo a ir descalzo y con cadenas».

También UGT y CCOO mostraron su conmoción por este nuevo accidente mortal, el segundo en lo que va de semana. Ambas centrales apuntaron  la necesidad de dar «un impulso» a un nuevo plan de prevención de riesgos laborales que sea «más minucioso». Como apunta el responsable regional de CCOO, Paco de la Rosa, el objetivo es que «ninguna familia más tenga que lamentar la muerte de un familiar en el trabajo».

El presidente regional, Emiliano García-Page, también mostró su consternación y horas después el Gobierno de Castilla-La Mancha anunciaba su intención de convocar  la próxima semana la Comisión Provincial de Seguridad y Salud Laboral en Cuenca.