"No sé si alguien puede pensar que los sindicatos hemos tenido un desvarío a la hora de invitar a la movilización del 11 de febrero". Esta reflexión la ha compartido hoy en alto el secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha, Paco de la Rosa: "No sé si alguien piensa que no es el momento más adecuado, porque hay otras prioridades".
Reivindica que "sobran las razones". Y en concreto en esta protesta serán tres: la subida del salario mínimo, la derogación de las reformas laborales y también la de las pensiones de 2013. Serán movilizaciones en las cinco capitales de provincias, convocadas conjuntamente por CCOO y UGT en toda España. Se celebrarán al mediodía delante de la sede de la Delegación del Gobierno y la subdelegaciones.
Pero a nadie se le escapa que serán protestas en medio de la tercera ola del coronavirus. "En estos momentos tenemos que hacerlo con muchísima responsabilidad", apuntó, "se cumplirán escrupulosamente todas las medidas".
La secretaria general de la Federación de Servicios Públicos de UGT en Castilla-La Mancha, Carmen Campoy, también defendió la oportunidad de esta movilización: "Ahora toca no dejar a nadie atrás, proteger a los más vulnerables". Subrayó que "de esta crisis debemos salir todos, no solo unos pocos".
Subir el salario mínimo.
Una de las cuestiones que ha generado fricción dentro del Gobierno de España es el debate sobre el salario mínimo interprofesional. CCOO y UGT reclaman que este año también hay que subirlo. Se marcan como objetivo que acabe llegando al menos al 60% del salario medio.
"No es verdad que la subida se aplique a sectores que están en crisis, ese es el argumento de los que siempre se oponen a esas medidas, que para ellos nunca es el momento", expuso Campoy. Señaló que eso salarios mínimos abundan en áreas esenciales como en la agricultura o contratas de servicios públicos.
"Me gustaría preguntar a los políticos que se oponen si serían capaces de terminar el mes con la cantida del salario mínimo interprofesional", retó De la Rosa. Señala que en Castilla-La Mancha hay 80.000 personas empleadas que cobran el salario mínimo "o menos porque suelen ser jornadas parciales".
Derogar las reformas laborales.
Los dos sindicatos también coinciden en exigir la derogación de las dos últimas reformas laborales, las de Zapatero y Rajoy. Campoy hizo más hincapié en los efectos nocivos de la que hizo el PP. "Supuso una devaluación de los salarios, que se ha manteido también en la etapa de la recuperación", recalcó. Añadió que "hay que recuperar el equilibrio de las relaciones laborales, roto en 2012 que otorga a los empresarios más poder frente a los representantes de los trabajadores".
De la Rosa dijo que "no es cierto que haya crecido el empleo" con esta reforma laboral. Destacó que el 92% de los contratos que se hacen son de corta duración. "Si facilitamos que se puda despedir por cualquier tipo de causa lo que estamos haciendo es precarizar un mercado laboral".