Desde el 23 de julio de 2015, fecha en la que entró en vigor la Ley de Jurisdicción Voluntaria, los notarios tienen la posibilidad de realizar enlaces matrimoniales, una práctica que ha ido creciendo cada año, pero cuya tendencia ascendente ha cambiado en 2020.
En concreto, entre el 1 de enero y el 15 de octubre los notarios de la provincia realizaron 40 bodas, frente a las 87 que llevaron a cabo durante el año 2019.
Este descenso no sólo se ha vivido en Albacete, ya que se ha dado en todas las provincias de la región, la prueba es que en Castilla-La Mancha en los primeros nueve meses y medio del año los notarios celebraron 90 enlaces matrimoniales, mientras que en todo 2019 llevaron a cabo 180.
A pesar de que las notarías no tuvieron que cerrar por culpa del coronavirus, la principal causa de esta bajada es, según explica el decano del Colegio Notarial de Castilla-La Mancha, Luis Fernández-Bravo Francés, el parón de la actividad que se produjo durante el estado de alarma. «Desde marzo hasta junio hubo un parón enorme de la actividad en las notarías, que fue del 80 u 85%, porque como no había movilidad de los ciudadanos, no había actividad en la notaría».
Un descenso de la actividad que en el caso de las bodas se ha visto incrementado por la imposibilidad de celebrar los banquetes con normalidad y con el número de invitados deseados, lo que ha supuesto el retraso de muchos enlaces matrimoniales. «Además del estado de alarma, ha habido un parón en todo lo que tiene que ver con la celebración del matrimonio, porque no se ha podido celebrar la boda con invitados, ni realizar una celebración o reunión con amigos o familiares posteriormente, lo que ha hecho que los matrimonios hayan caído y mucho. Si que es verdad que hay gente que se ha casado, pero también hay mucha gente que ha preferido no tirar hacia adelante, con las circunstancias actuales».
MÁS INFORMACIÓN EN EDICIÓN IMPRESA