Llegó a la dirección del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha hace dos años y afronta ahora una nueva etapa en la este museo vivo busca promover nuevas acciones culturales y aproximarse más a los ciudadanos tras su apertura física. Pablo Ferrandis Gotor, licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia y doctor en Biología por la Universidad de Murcia, apunta que «nuestra intención es abrir todo el año durante la mañana, de nueve a dos, y por la tarde dos horas más, que variarían en función de la estación, concretamente ahora en agosto abrimos de 19 a 21 horas».
Muchos ciudadanos no conocen todavía este espacio, ¿es quizás la gran asignatura pendiente?
Claro, el Jardín durante estos años ha ido consolidando sus colecciones de plantas, una tarea en la se involucraron sobre todo el director científico, José María Herranz, y el conservador, Alejandro Santiago, y ahora llega el turno de divulgarlo a la ciudad, porque un Jardín Botánico se define como un espacio museístico del reino vegetal dedicado a la conservación, investigación y divulgación, en ese sentido los murales que está haciendo actualmente Ana Navarro en la verja, junto a la vía verde que va al parque de la Pulgosa, van en esa dirección.
¿Cuáles son los principales retos planteados a corto plazo?
Además de ir consolidando su apertura física y los horarios de la tarde en función de la meteorología, tenemos previsto reanudar las visitas guiadas durante los fines de semana, algo que estará condicionado por la propia evolución del Covid. También tenemos proyectado hacer un libro explicativo del Jardín de pequeño formato -alrededor de 70 páginas-, que podrá ser adquirido por el visitante aquí mismo, y estamos mejorando también la señalítica con etiquetas sobre aluminio, similares a las del Jardín Botánico de Madrid, y queremos poner también códigos QR para que cada colección lleve a un audio. Nuestro objetivo es duplicar el número de personas que visita estas instalaciones, llegando a los 20.000 anuales, y para ello es esencial traer la cultura al Jardín Botánico, porque es una forma de proyectarlo a los ciudadanos, desde conciertos, exposiciones, teatro de calle, cine de verano o recitales poéticos, de hecho ya me he puesto en contacto con el director de Cultural Albacete, Ricardo Beléndez, para estudiar una adecuada programación, donde también debe colaborar el Ayuntamiento y la Diputación. Nuestra intención es que el Jardín Botánico se convierta en un punto de ocio y de referencia turística, que contribuya a aportar valor a esta ciudad.
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