Beatriz Laparra, coleccionista de títulos

J.L. Royo
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La tiradora almanseña acumula 18 títulos mundiales y más de 200 campeonatos en larga carrera.

Beatriz Laparra posa con sus últimos trofeos en la armería familiar. - Foto: Luis Bonete

Hablar con Beatriz Laparra es hacerlo con una de las mejores deportistas españolas de todos los tiempos. 18 títulos de campeona del Mundo en diferentes modalidades y más de medio centenar de campeona de España avalan a esta tiradora almanseña, que colecciona títulos de todas las variedades. El último, un nuevo Mundial en la que es su especialidad favorita, recorridos de caza.

¿Le gusta coleccionar títulos?

Me gusta lo que hago y como veo tan difícil a día de hoy ganar un Mundial como la primera vez que soñaba con conseguirlo, me parece igual de atractivo que el primer día.

¿Cuál es el más especial?

Son todos y también las tiradas en las que no he conseguido hacer nada. La primera tirada que hice con el equipo nacional, con 15 años, tuve que ir a Sudáfrica y pregunté si podía venir mi padre, pero me dijeron que no, yo no había salido nunca de España y menos sin mi padre, le dije que no a la selección, no quería ir sola, pero al final fui porque mi padre se pagó un billete e hizo todo lo posible para que yo pudiera ir. Ya había ganado el Campeonato de España con un buen nivel y en el Mundial terminé en el puesto 21 y eso lo recuerdo con muchísimo cariño.

Cuando empezó a competir, ¿se imaginaba llegar tan lejos?

Cuando empecé veía muy lejos y casi imposible ganar un Campeonato Autonómico, pero siempre he competido contra mí misma, por eso me intentaba superar en cada campeonato hasta que gané mi primer Autonómico, después estuve dos años que fui subcampeona de España. Había una tiradora en Valencia que iba con el equipo nacional y que después ha sido compañera mía, de la que he aprendido muchísimas cosas, además de tener una gran amistad, aunque ya está casi retirada, la recuerdo con un cariño especial por que a aprendí de sus ganas de luchar, siempre decía que podíamos hacerlo y así gané mi primer Campeonato de España.

¿Con cuántos años cogió por primera vez una escopeta?

La cogería con ocho o nueve años, que ni se podía, pero con los recorridos de caza empecé a tirar con 12 o 13 años y la ley permite hacerlo con 14, pero como ya ha pasado mucho tiempo puedo decirlo. Tenía toda mi documentación en regla, pero cuando me llamó el equipo nacional tenía 13 años y había sido dos veces subcampeona de España. No me convocaron porque no tenía la edad legal para ir. En cuanto cumplí los 15 años, gané mi primer campeonato de España en 1997 y me llevaron a Sudáfrica al Mundial.Desde entonces no he dejado de competir ningún año a nivel internacional.

¿Se acostumbra una a ganar casi siempre?

Tengo de todo, desde el año 97 que gané el Campeonato de España de recorridos y el de compack sporting, no he parado de ganarlos. Llevo 23 títulos de compack sporting y 22 de recorridos de caza,  aunque la semana que viene puedo ganar el vigésimo tercero consecutivo. Por eso, cuando no haces algo sobresaliente, le gente ya piensa que deberías haber hecho más. Actualmente en los Campeonatos de España hay compañeras que son candidatas a ganar y a quitarme el título, he ganando Mundiales y Europeos por equipos con ellas, he ganado Nacionales por un plato, es una diferencia mínima la que hay y sé que en cualquier momento me pueden ganar, además es ley de vida, no voy a estar ganando siempre. Ganar un Campeonato de Europa o del Mundo es muy difícil porque las escopetas que van tienen un nivel de competición muy alto, por eso creo que quedar entre las 10 primeras es un éxito y estoy muy orgullosa porque lo difícil no es ganar, sino mantenerse y yo, tanto en compack como en recorridos, todos los años he estado en el podio, siempre en el top seis, que es el que sale a la ceremonia de entrega de premios y llevo siete años sin salir de ese top seis. Ganar es muy difícil, pero este año he conseguido que el himno español suene dos veces, en el Europeo compack sporting en Grecia y en el Mundial de recorridos. El año pasado perdí dos desempates para el oro, fui plata y me quedé con un sabor agridulce.

 

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