Genética para conocer la población islámica de Los Villares

A. Criado
-

La Junta autoriza la continuación de los trabajos de excavación en los terrenos de Alhambra en los que se descubrió una villa romana de época alto-imperial y una alquería omeya en la campaña de 2016

Genética para conocer la población islámica de Los Villares - Foto: RUEDA VILLAVERDE

La Junta de Comunidades autorizó a la entidad de investigación arqueológica y patrimonial Oppida la continuación de los trabajos de excavación y la determinación del valor de los restos hallados en el yacimiento arqueológico de Laminium, en el término de Alhambra, donde se descubrió una villa romana de época alto-imperial y una alquería omeya en la campaña de 2016. José Luis Fuentes, el arqueólogo-director de este proyecto, explica que de esta última época histórica se han conservado restos de una torre, la muralla norte, patios, pavimentos y la maqbara, en cuyo lugar de enterramiento se excavaron 17 tumbas vinculadas al rito de inhumación islámico, cuyos cadáveres se disponían de cúbito lateral y orientados hacía La Meca. «El buen estado de conservación de los restos óseos está posibilitando la realización de estudios genéticos que permitirán definir aspectos antropológicos clave en el conocimiento de una comunidad rural islámica de entre los siglos IX-XI d.C.», subraya. Se da la circunstancia de que los enterramientos islámicos de Los Villares «representan la única oportunidad hasta el momento que ha existido de documentar una necrópolis islámica intacta y entrar en contacto con las mujeres y hombres que transformaron la denominación latina de Laminium al árabe al-Hamra (Alhambra)». Recuerda que la intervención desarrollada en las primeras fases de Los Villares en 2016 confirmó la existencia de una villa de época alto-imperial romana en la que se conservan «estructuras y ambientes relacionados con una domus que albergó entre sus dependencias un ambiente dotado de una interesante pavimentación musiva geométrica y vegetal, además de pinturas murales parietales». «La campaña programada para este año posibilitará la plena comprensión del espacio y de los ambientes con respecto al conjunto de la residencia rural de ocio de época romana», afirma Fuentes. Apunta, en este sentido, que uno de los objetivos principales será la delimitación y excavación del pavimento musivo bicromo hallado, «una sala de unos 50 metros cuadrados que se pavimentó hacia el cambio de era con un mosaico, cuyo programa decorativo en teselas blancas (mármol) y negras (basalto) presenta un emblema que desarrolla decoración geométrica a base de diferentes módulos de cuadrados segmentados en dos partes y en los que el artista musivo aplicó división diagonal en oposición cromática en todos ellos». «El mosaico de Los Villares acoge sugerentemente una temática compositiva geométrica que permite la asociación conceptual de la alternancia de los cuadrados bicromos de diverso tamaño con copas blancas y negras que podrían estar evocando a un programa decorativo concreto y relacionado con la funcionalidad del ambiente, posiblemente ligado al consumo de vino y/o la representatividad del propietario», añade el responsable de Oppida. Además de este pavimento de gusto itálico, se han documentado también estructuras hidráulicas que podrían fijar la situación del balneum o termas, así como las dependencias asociadas a los mismos. Por otro lado, los ambientes orientales presentan unas características constructivas propias de pertenecer a una zona de la vivienda menos suntuaria, que podría estar en relación con las dependencias auxiliares de la villa, denominadas pars fructuraria y/o pars rustica. Por último, el director de las excavaciones considera «histórica» la oportunidad de culminar un proceso de excavación parcial y de urgencia en una villa que «ofrece unos contextos muy concretos para un periodo de tiempo tan desconocido como el alto-imperial y el Omeya en la Meseta meridional», al tiempo que demanda «una figura de protección específica para todo el conjunto del ager Laminitanus, la prohibición completa del uso de detectores de metales, el aumento de la vigilancia por parte del Seprona para la prevención de actos de expolio y la creación de un observatorio de control de la gestión patrimonial que realizan las instituciones, en especial el Ayuntamiento de Alhambra».