Como ya informó La Tribuna de Albacete, el pasado martes el novillero albacetense José Ignacio Rodríguez no pudo ver cumplido su sueño de convertirse en matador de toros en la corrida que se celebró en la plaza de La Adrada, en la provincia de Ávila, programada desde hace algo más de un mes, debido a la lesión que se produjo el pasado 26 de julio, cuando se preparaba en una finca del término jienense de Santa Elena, de cara precisamente a tomar la alternativa.

El propio José Ignacio ha explicado a este diario lo ocurrido. «Estaba toreando un novillo, me cogió y al caer al suelo me rompí el dedo meñique de la mano derecha, quedando desplazado de su sitio, debiéndomelo colocar yo mismo. La rotura ha sido doble y se ha producido en la parte del dedo que corresponde a la palma de la mano, lo que me impide coger los trastos de torear».

«Me fui a una clínica en Linares -continúa-, me escayolaron la mano, pues la inmovilización debe estar acompañada del dedo anular y al volver a Albacete, unos días después le pedí a los médicos de aquí que me quitaran la escayola para poder ver si podía torear, algo que me resultó totalmente imposible, incluso pensé en torear solo con la mano izquierda, pero al final tuvimos que decidir no torear, ya que a un compromiso como este había que ir al cien por cien, porque cualquier merma en tus facultades, te puede pasar factura y sobre todo por respeto al aficionado».

José Ignacio piensa ahora en una pronta recuperación. «Ahora debo tener 20 días la escayola puesta, o incluso puede ser que me la quiten antes, y recuperar la funcionalidad de la mano, por lo que espero estar bien para el mes de septiembre, que son las fechas en las que me gustaría poder retomar lo de la alternativa. Ahora estamos a ver si pudiera ser, pues hay cosas vistas, pero nada seguro y cerrado».

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