El Teatro Circo acogerá mañana, a las 20 horas, otro recital del Festival de Música Barroca, Femuba, con dos grandes concertistas, Johanna Rose, viola de gamba y Javier Núñez, clave, que han titulado el concierto La voz de la emoción. En torno a la familia Bach.
Johanna Rose comentó a La Tribuna de Albacete que «el título del concierto tiene que ver con una frase de Carl Philipp Emanuel Bach que se cita muchísimas veces y que dice que para emocionar al público, el intérprete tiene que emocionar tocando, entonces nos gustó y, en este caso, la voz sería la viola y el clave, para llegar a ese público».
El concierto, confirmó la intérprete, incluye algunas obras de Carl Philipp Emanuel Bach y Wilhelm Friedemann Bach, «dos de los hijos más célebres de J.S. Bach y también hemos incluido un solo para viola de gamba de Karl Friedrich Abel, un contemporáneo de los dos, que trabajó durante casi toda su vida en Londres y es muy conocido como virtuoso de este instrumento, un personaje muy curioso, porque se dice de él que era un gran bebedor. También incluimos una sonata de Andreas Lidl, que también fue contemporáneo y vivió en Londres, es bastante probable que pasase un tiempo con e l propio Abel».
Un concierto, apuntó Johanna Rose «estilo galante, muy adaptado a su tiempo y a un instrumento como es la viola de gamba, con algunas de las últimas obras que se escribieron para este instrumento; un lenguaje para el que hace falta una adaptación, incluso Carl Philipp Emanuel Bach fue un ejemplo para otros grandes compositores como lo fueron Mozart o Schubert, que lo citan en muchas ocasiones como ejemplo para avanzar y llegar al clasicismo».
La viola de gamba es un instrumento muy interesante, que en un momento dejó de utilizarse,» una pena», aseguró Johanna Rose, «aunque es verdad que tiene muchos armónicos, suena muy bien, con una gran calidad de sonido, pero sí llegó un momento, con la creación de las orquestas, que se dejó un poco de lado en estas, no estaba de moda, pero, de todos modos, hoy se ha recuperando y vive un auténtico renacimiento, se puede decir, desde hace al menos 10 años. Se empezó a recuperar, como decía, y ahora mismo hay compositores contemporáneos que escriben para viola de gamba y los músicos la vuelven a llevar a las salas de concierto, porque es un instrumento que es perfecto también para una gran sala, así que estamos encantados, ya que, de igual modo, la viola se puede mezclar con instrumentos modernos. Yo he trabajado también con un clarinetista, a dúo, y con autores que compusieron para esta formación y fue muy interesante; no sólo podemos hacer música barroca».
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