Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Regular tirando a mal

24/07/2021

El viaje de Pedro Sánchez a Estados Unidos no ha sido como para tirar cohetes, al presidente le ha salido regular tirando a mal.

Imposible trasladarse a Washington si no era recibido en la Casa Blanca –sería una prolongación inasumible del fiasco de Bruselas-, su equipo puso todo su empeño en organizar un viaje de alto contenido económico: ofrecer confianza a los empresarios americanos para que potenciaran sus inversiones en nuestro país. Consiguieron que Pedro Sánchez se reuniera con los dirigentes de los fondos más importantes, pero el resultado no fue el esperado. Ni hubo declaraciones de los interlocutores sobre el futuro grandioso de nuestro país, ni tampoco anuncios que pudieran dar alas al gobierno sobre la cantidad ingente de dinero estadounidense que inundaría la geografía española.

No hace falta ser un experto en política para comprender la reticencia del presidente de Estados Unidos primero, y de los inversores de Estados Unidos después, hacia el gobierno de Pedro Sánchez. No hacia España, sino hacia su gobierno. Empezando porque se trata de un gobierno de coalición con un partido populista de extrema izquierda, comunista y antisistema, que ve al empresariado como el adversario a abatir. Podemos sigue insistiendo en que no parará hasta ver derogada la reforma laboral, y si en Bruselas ya expresan su preocupación por esa idea, más aún en una sociedad tan conservadora como la de Wall Street. Se comprende por tanto que las reuniones de Sánchez con los poderosos señores del dinero no fuera más allá de la cortesía debida al presidente de gobierno de un país amigo. Punto.

Un gobierno que horas antes de que se iniciara el viaje pedía a Estados Unidos que pusiera fin al embargo cubano. Embargo que el gobierno de Sánchez lo interpreta como los castristas, el bloqueo a cualquier tipo de acuerdo comercial con Cuba incluidos los medicamentos y productos de alimentación, lo que es falso por mucho que el castrismo lleve denunciándolo desde el primer día. Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de alimentos de los cubanos. La repetición de una mentira no la convierte en verdad.

A eso se añade la amistad del gobierno español con la Venezuela chavista, estos días está de plena actualidad por el caso Plus Ultra, una inyección económica a una empresa de quinta categoría, estrechamente ligada con el equipo de Maduro, y que puede acabar con el ex ministro Ábalos ante un tribunal. Y se añaden las constantes críticas de miembros del gobierno español a Estados Unidos en general y a sus políticas de Seguridad y Defensa en particular, y el malestar que provocó en Estados Unidos el apoyo de Pablo Iglesias a los asaltantes del Congreso el día antes de que Biden jurara su cargo como presidente.

A pesar de las señales que aconsejaban aplazar el viaje, Sánchez se empeñó en la visita. Y aunque haga declaraciones triunfalistas no engaña a nadie: no ha ido bien. Nada bien.