«El tonto interviene, no necesita que nadie lo busque»

A.D
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El nuevo libro de Enrique Cantos Lodroño es Concertino para tonto y orquesta, otra audaz visión social del autor, que comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades su tercera incursión literaria.

Enrique Cantos Lodroño. - Foto: José Miguel Esparcia

El nuevo libro de Enrique Cantos Lodroño es Concertino para tonto y orquesta, otra audaz visión social del autor, que comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades su tercera incursión literaria.  

Su tercera obra...

Así es, la primera fue La paz volátil, luego escribí Sábado, sabadete,  y el tercero es Concertino para tonto y orquesta. 

¿Por qué este título?

Porque la presencia del tonto en la sociedad interrumpe siempre cualquier momento  armónico que esa sociedad pueda estar disfrutando, entonces el concierto social ya se convierte en concertino, una degradación del ambiente. Cualquier tonto que intervenga en un momento sereno, lo transforma en histeria o en algunos casos puede que en esquizofrenia. Es un símil musical de la cuestión, para simbolizar lo intruso que es un tonto en cualquier ambiente normal. 

¿Un ensayo?

Sí, es un ensayo que está escrito con libertad de animo para reflejar toda la experiencia que haya podido tener en los últimos 40 años, en el trato con el tonto. No le he ido yo  a buscar, pero el tonto interviene, no necesita que nadie lo busque.

Hay personas a las que tienes que respetar, por la razón que sea, aún siendo tontas y, sin embargo, las estas sufriendo; cuando tienes eso claro, hablas un poco de ellos, como aviso a navegantes, para que los vayan reconociendo, los sepan identificar y librarse de ellos, si es posible. 

Habla de 40 años de experiencia, ¿en qué ámbito? 

En el ámbito de la Policía. He visto de todo, pero los daños más grandes que he visto causar han sido por gente tonta, que va a lo suyo, no mira lo que hace, eso es a lo que yo llamo tonto.

¿Con el libro se puede aprender a evitarlos?

Evitarlos es un proceso completamente inútil, tratamos de huir, más que evitarlos. 

A veces es imposible, no solo en lo inmediato, en el bar donde tomas café, porque hay una legión de tontos sobrevenidos que están en los estamentos oficiales y gravitan sobre todos nosotros, no hay manera de evitarlos. 

¿Hay una definición?

Son personajes molestos, insidiosos, metomentodo, tienen algunas de esas características. El tonto es el que va a lo suyo,  sin importarle nada más. Solo reparan en si consiguen o no su objetivo.  

¿Es Concertino una herramienta para evitarlos y sobre todo, para divertirse?

Es para divertirse con su lectura, porque herramientas contra el tonto no existen. La conclusión de Concertino para tonto y orquesta es que tenemos que rendirnos, no hay medios de defensa. 

Según me han dicho las personas que ya lo han leído, es un libro lúdico y lo he escrito de una manera bienhumorada. No te librarás de ninguno, pero te sentirás más acompañado, es una alegría. 

¿Dónde está disponible?

Lo ha editado Librería Popular y ahí está disponible. 

¿Qué prepara?

Pues estoy con mis memorias y cómo me ha sentado a mí ese mundo que he vivido, como individuo. La Policía es solo una fuente de información, una fuente de vivencias. Mientras estás en ella, es un trabajo completamente sagrado y una vez que te desligas de esa ocupación, miras qué te ha aportado y qué te ha quitado como persona, pero no la Policía en sí, es vivir de un determinado lado de la ley. Pero llevará su tiempo este libro porque aún estoy al 10 por ciento, comenzando, podríamos decir.