Las distintas vertientes de la danza española, desde la escuela bolera, al folclore, la danza estilizada y el flamenco conforman el espectáculo que ADM presentará hoy, a las 22 horas, en el Parque Abelardo Sánchez, con entrada libre, dentro de los Festivales de Albacete.
Con dirección y escenografía del también bailarín Alejandro Molinero, graduado en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma, que formó parte del Ballet Nacional y resultó ganador del primer premio de coreografía en el Certamen de Coreografía de Danza Española y Flamenco con Tengo una debilidad, este montaje se centra en la pureza del género valiéndose de una puesta en escena casi minimalista, centrada en la esencia del cante y con la arquitectura conformada por las faldas de las bailarinas, sin más artificio o distorsión sobre un escenario donde tres músicos acompañan y sirven de nexo a esta obra, con la voz de Natalia García La Nati, el dominio de la percusión de Javier Valdunciel y las partituras de Fernando de La Rua y Lehónidas Boskovec, «de hecho la conexión existente entre músicos y bailarines es algo que agradece mucho el público», asegura su director.
Molinero aseguraba a La Tribuna de Albacete que lejos de contar con una gran escenografía y un vestuario enorme, esta propuesta aborda con humildad, pero con el máximo rigor los distintos matices de la danza española.
El bailarín y coreógrafo asegura «servirse de las raíces del flamenco para montar bolera, del estilo de la bolera para montar flamenco o de la estilización que me aporta otro tipo de cosas... al fin y al cabo lo que hago es navegar un poco entre la tradición y la vanguardia y reflejar los cuatro grandes estilos de la danza española, algo que, por otra parte, es bastante inusual verlo en un mismo espectáculo». «La esencia del mismo -continúa- es hacer un homenaje a la riqueza que tiene el género, porque muchas veces nos obnubilamos con el flamenco y se nos olvida que la danza española es mucho más rica, porque cada provincia del país tiene su propio folclore y no es tan conocido como el flamenco, cuando es igual de rico o incluso más, con unos vestuarios y compases muy especiales que deben respetarse y se intentan plasmar en el montaje, que tiene una duración aproximada de una hora y cuarto».
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