María de Pilar Ferrandis Flores, que fue presidenta de Cáritas Diocesana y de la Real Asociación de Nuestra Señora María Santísima de los Llanos, falleció en la capital, a los 79 años de edad.
El entierro tendrá lugar hoy, a las 11 horas, en la Sala General de Duelos del Tanatorio Municipal de Albacete y la misa funeral se llevar a cabo el martes, 10 de septiembre, a las 19 horas en San Juan.
Pilar Ferrandis, comentó su hijo Ramón Navarro a La Tribuna de Albacete, era una persona muy ligada a la Iglesia, como ella misma explicó en la revista Coronación de la Real Asociación Nuestra Señora María Santísima de los Llanos y «tuvo la suerte de pertenecer a una familia extensa, muy unida, y muy querida en Albacete, pero es que para mi madre, todos sus amigos, la gente de la Iglesia, de Cáritas, de la Real Asociación, eran como hermanos y hermanas, como su propia familia;quería mucho a la gente y era muy activa».
Subrayó Ramón Navarro Ferrandis que su madre, «durante toda su vida ha estado muy cerca de la Iglesia, en unas u otras facetas, en la parroquia, en Cáritas, en la Real Asociación; como voluntaria, trabajó horas y horas, dedicada a ayudar a la gente, a los demás».
Recordó Ramón Navarro que «si no recuerdo mal, mi madre entró en Acción Católica a los siete años, con una educación que comenzó en las Dominicas».
Esta labor que llevó Pilar Ferrandis Flores durante toda su vida de apoyo a los demás y de colaboración con grupos y asociaciones, se tradujo en numerosos reconocimientos, como el que llevó a cabo la Real Asociación de la Virgen de los Llanos, el 3 de mayo en el Casino Primitivo de la ciudad; reconocimiento de toda una vida dedicada a ayudar, sin eludir asumir responsabilidades, como ella misma explicó en la revista Coronación, de la asociación, en la que decía que «seguiré ayudando mientras Dios me dé fuerzas, animo e ilusión para hacerlo».
Pilar Ferrandis Flores, como ella misma relató en la revista, nació en Albacete, en mayo de 1940. A los siete años entró a formar parte de un grupo de Acción Católica, en la parroquia de San José. Con 26 años se incorporó, de nuevo, a otro grupo de Acción Católica en la iglesia de La Asunción.
Entre 1974 y 1980 fue presidenta diocesana, rodeada de un grupo de personas muy validas, de las que, decía, aprendió mucho. También colaboró en esos años en la revista cristiana Crismón y en 1977 fue nombrada camarera de la Virgen de los Llanos y desde 1988 fue presidenta de la Real Asociación; años de los que guardaba un recuerdo entrañable.
(Más información en la edición impresa)