La nieve y, sobre todo, el hielo permanecen todavía en muchos puntos de la ciudad de Albacete, pese a que hace más de una semana de la primera nevada. Las bajas temperaturas de los últimos días están ayudando a que no se derrita la nieve y el manto blanco persiste.
La borrasca Filomena se va a recordar en Albacete por las copiosas nevadas -durante cuatro días seguidos- y las temperaturas gélidas que trajo. En algunos puntos de la capital, el espesor de la nieve llegó a los 20 centímetros y la temperatura más baja en esta semana, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), fue la recogida por la estación de la Base Aérea de Los Llanos, de 14,1 grados bajo cero, el pasado martes por la mañana.
Hoy todavía queda nieve, convertida en hielo, en la ciudad y alrededores, y por ello, el Ayuntamiento de Albacete ha decidido mantener activo el Plan Territorial de Emergencias Municipales (Platemun), que continuará así mientras se sigan dejando notar los efectos del temporal en la ciudad. Unos efectos que complicaron la libre circulación por las zonas de la periferia de la ciudad durante los primeros días y, aunque no se llegaron a incomunicar durante mucho tiempo, para los vecinos se hizo eterno y con sus propios medios empezaron a abrir camino. Desde las urbanizaciones, señalaron que para cualquier asunto de primera necesidad, como hacer la compra o ir al médico, necesitan su coche, por lo que se pusieron manos a la obra para poder desplazarse.

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