Las dos caras de la vuelta al trabajo

David Ramiro (EFE)
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El regreso a los entrenamientos de los atletas ha provocado distintas reacciones en la sociedad, que van desde los insultos a los aplausos

Las dos caras de la vuelta al trabajo - Foto: Raúl Caro

El Gobierno español publicó hace unos días un decreto en el Boletín Oficial del Estado por el que desde el lunes 4 de mayo todos los Deportistas de Alto Nivel (DAN) podrían entrenarse a cualquier hora del día y siempre dentro de los límites de su provincia.

Sin embargo, pese a esta decisión del Gobierno, muchos atletas españoles han sido increpados por ejercitarse fuera del horario marcado para el resto de la ciudadanía de 6 a 10 y de 20 a 23 horas.

Atletas como Javi Guerra, Cristina Lara y Carlos Mayo han sido reprendidos estos primeros días durante su vuelta a los entrenamientos. En el lado contrario Adrián Ben, Eusebio Cáceres o Jorge Ureña han recibido el calor de sus paisanos.  Otros como los marchadores han decidido entrenar a la misma hora que el resto de la ciudadanía para evitar malos entendidos.

Guerra fue de los primeros en denunciar el pasado lunes que fue increpado mientras entrenaba fuera de ese horario. Dos días después desveló, a través de sus redes sociales, que cambiaría sus entrenamientos. «He decidido entrenar solo en las horas que se permite hacer deporte o en sitios en los que no haya gente que se pueda sentir molesta, ya que no quiero ser más que nadie y quiero respetar a los ciudadanos para que se sientan seguros y tranquilos al verme correr. Lo más importante es que entre todos acabemos con esta pesadilla que nos ha tocado vivir», señaló el segoviano.

La marchadora Julia Takacs, poseedora del récord español de los 50 kilómetros, dijo que, a pesar de pertenecer al grupo de los DAN, de momento seguirá saliendo a hacer su entrenamiento en las franjas de hora permitidas. «El estado de forma es lamentable, no veo necesario ir a otras horas. Tenemos derecho sí, pero la gente juzga y prefiero evitar tener que oír comentarios», confesó.

Otro marchador, Jesús Ángel García Bragado, que entrena por la ribera del río Besós, a la altura de Sant Adriá, también ha decidido hacer «ejercicio a las horas estipuladas para la gran mayoría». «La población en general no entiende nuestro permiso especial y es mejor evitarse malentendidos. La semana que viene pasaremos a otra fase, uno se podrá mover un poquito más y ya podré ir al CAR de Sant Cugat», comentó.

Cristina Lara, nueve veces campeona de España e internacional en pruebas de velocidad, denunció a través de las redes sociales el «clima horroroso» que se encontró al volver a los entrenamientos en Sant Boi de Llobregat. «Nunca me habían mirado tan mal o escuchado comentarios tan negativos. Aunque me siento afortunada de no haber recibido gritos como sí los han recibido otros compañeros», contó Lara, igual de indignada que Carlos Mayo, actual campeón de España de campo a través.

«He sentido muchísima impotencia porque considero que no estaba haciendo nada malo, estaba cumpliendo las normas y realizándolo en un horario determinado por ser DAN. Entre estas llamadas de atención no incluyo las miradas que hablan por sí solas», comentó Mayo.

La otra cara 

El gallego Adrián Ben, de Viveiro, es a sus 21 años una de las más firmes promesas del atletismo español. «Mi experiencia está siendo muy buena. Ha sido maravilloso. He salido a las 11.30 de la mañana, el horario de nuestros mayores, y la gente mayor animándome, diciéndome que de esto vamos a salir y preocupándose por mi. Padres con niños diciéndoles a sus hijos: 'Mira, ahí está Adrián'. Tengo una suerte tremenda de contar con la gente de mi pueblo y me siento un privilegiado. Es un subidón tremendo que te apoyen en lo que haces», respondió.

El velocista Samuel García, especialista en 400 metros, vive en la isla de La Palma y sus paisanos le vitorearon al salir a entrenar. Lo mismo les pasó al plusmarquista español de heptatlón, Jorge Ureña; el saltador de longitud Eusebio Cáceres y el especialista en atletismo de orientación Andreu Blanes, los tres de Onil, un pequeño pueblo de Alicante en el que apenas hay censados 7.500 habitantes y que apoyan a sus deportistas.

Estas situaciones vividas por algunos deportistas han encontrado el apoyo de Raúl Chapado, presidente de la Real Federación Española de Atletismo, que espera «que todo esto se normalice según pasen los días porque la gente va a entender que son atletas de élite».

Más explícito es el fondista catalán Carles Castillejo. «Gente, si veis a alguien corriendo a partir de las 10 antes de insultar preguntaros: ¿Y si es DAN? Porque esa persona no infringe la norma, ahora esos que hacéis corrillos y os ponéis de charla sí», publicó en sus redes.