Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


El CNAC, de nuevo

04/01/2022

El edificio del viejo Banco de España en el Altozano es uno de los grandes fracasos de la política local. Cerrado décadas atrás, ninguna corporación ha sabido ponerlo en valor y devolvérnoslo a los ciudadanos. Incluso cuando tuvimos un proyecto muy serio para ubicar allí a coste cero el Centro Nacional de Artes Circenses (CNAC), aquel se truncó por la cortedad de miras de la política local y regional. Un caso único en España. Albacete rechazó en 2013 casi cuatro millones de euros de asignación presupuestaria del Estado para su rehabilitación, a lo que se añadía el regalo de su propiedad al Ayuntamiento. Todo estaba hecho. El proyecto de rehabilitación pagado. El plan museográfico aprobado. Incluso, lo más difícil, la partida en PGE de 4,5 millones de euros para su rehabilitación integral. Un proyecto firmado por Alejandro Virseda, que fue aplaudido internacionalmente y acaparó la portada de la prestigiosa revista Arquitectura Viva. Pero aquel Toledo dio la orden al entonces equipo municipal de Albacete para que se paralizara el proyecto, obedeciendo gregariamente la Comisión de Urbanismo. Todos nos echamos las manos a la cabeza. Madrid no entendía un caso similar. Por primera vez un tren presupuestario cargado de millones y con destino a Albacete, se devolvía al Estado. Ver para creer. Sin ese veto, hoy el edificio estaría rehabilitado y sería, ni más ni menos, que el CNAC, dando trabajo a más de 60 personas y generando turismo e ingresos a una ciudad como Albacete, tan necesitada de alegrías. Después ya saben lo que ocurrió. Que si una biblioteca allí (¡con las que tenemos ya!); que si ahora lo compramos por tres millones; que si más tarde la marcha atrás. Sobre el estrepitoso fracaso político del banco, los partidos deberían pasar de puntillas. Unos, porque entonces lo vetaron. Los otros, porque miraron para otro lado. Y los nuevos, porque no se les ocurrió sino instalar allí una biblioteca. La única solución es solicitar al Gobierno de España, contundente y urgentemente, reactivar aquel interesantísimo proyecto del Centro Nacional de Artes Circenses (CNAC), de riqueza para la ciudad, y reparar la historia de un despropósito político.