«Los prejuicios son muy malos para la creación artística»

V.M.
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«Somos un grupo que se caracteriza por estar a medias entre muchas cosas»

Santi Balmes (derecha), junto al resto de los miembros de Love of Lesbian. - Foto: Xavi Torrent

La banda catalana Love of Lesbian, auténtico icono de la escena indie en nuestro país, visita mañana el Teatro Circo (20 horas) en el marco de su gira Espejos y espejismos, que va más allá de la música y brindará al público un concierto teatralizado en el que sombras chinas, proyecciones y títeres se combinan con una selección escogida de temas del grupo, integrado por Santi Balmes (voz, guitarra y teclados), Jordi Roig (guitarra), Ricky Falkner  (bajo), Oriol Bonet (batería), Julián Saldarriaga (guitarra, secuenciadores y coros) y  Dani Ferrer (teclados). El cantante y compositor de Love of Lesbian comentaba a La Tribuna de Albacete algunos detalles de este concierto, que logrará llenar el coliseo albacetense.

Una gira muy distinta a los multitudinarios conciertos de El truco final, ¿no es así?

Desde luego, es una historia totalmente diferente, tanto en el repertorio como en la puesta en escena. Es  una reconversión total, en primer lugar para nosotros mismos y también para el público. 

¿Cómo realizaron la selección de temas para este montaje?

Digamos que fue una decisión tomada en base a dos premisas: una era las canciones que casi nunca tocábamos en directo y a nosotros nos gustan mucho, temas que llegan mucho a la fibra, y luego también estaba ese aspecto más intenso de Love of Lesbian, esas composiciones que son quizás las más personales. Si hay alguien viene a este concierto con las cinco o seis canciones del grupo más escuchadas en Spotify se llevará un chasco (risas).

La puesta en escena de Guillem Albà juega con otras disciplinas artísticas que van tomando protagonismo en cada tema, ¿todo para crear una atmósfera especial e intimista?

Es una propuesta de estímulos visuales que tienen que ver con el teatro más tradicional, que entronca con aquel que veías de pequeño: sombras chinas o diversos tipos de títeres, alejada de la puesta en escena espectacular que se le supone a un grupo de nuestras características, ya sabes: proyecciones, láser, juegos de luces... Nada que ver con eso, es como si volviéramos a los nueve años.

¿Hubo un antes y un después para la banda después de la publicación de 1999 (o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la Luna?

Para nosotros te puedo asegurar que sí. De repente empezamos con una gira que iba a durar un año y acabamos sin parar de tocar durante casi tres años y medio, doblando en muchos festivales, fue como si hubiéramos subido a una ola que no sabíamos hasta qué punto crecería. Simplemente nos dejamos llevar y lo que sucedió es que La noche eterna salió dos meses más tarde de finalizada esa gira, con lo que emprendimos una nueva de otros dos años y medio... fue una época frenética.

Tras este trabajo se sitúan como una referencia absoluta en el indie rock nacional, ¿se encuentran cómodos en esa etiqueta?

Es un sitio muy plácido, donde eres conocido, pero no tanto como la gente de OT, recibes felicitaciones por las calles sin tener agobios excesivos, con lo cual es un punto de equilibrio entre lo que es tu vida normal y el reconocimiento del público. En otro orden de cosas, estamos muy contentos de lo que ha sucedido y el hecho de convertirse en referente nos llena de satisfacción, aunque ahora siempre que te planteas un nuevo disco se da muchísima tensión casi por vía telepática, da la sensación que nos lo vamos poniendo cada vez más difícil, porque el problema es que también puedes convertirte en un estereotipo y ese es un handicap que llegas a tener.

En lo estrictamente musical, ¿de qué influencias se nutre hoy en día Love of Lesbian?

Hay muchas, podría ser desde My Morning Jacket a The Last Shadow Puppets o todo lo que está pasando en este país. Personalmente, estoy en un punto en el que me atrae mucho la música trap y experimental. Somos también grandes fans de Wilco  y nos gustan muchísimo War on Drugs, en definitiva creo que nuestra obligación es estar abiertos, porque los prejuicios son muy malos para la creación artística ya que de cualquier estilo puedes sacar siempre algo, la clave es darle sello de autor a las composiciones. En cualquier caso, los referentes son un poco engañosos, porque lo que escuchas no siempre se refleja en el nuevo disco.

En su trayectoria literaria indaga también en esa búsqueda interior, ¿es una de las principales premisas a la hora de componer?

Creo que hoy en día bebes tanto de la música que escuchas, como de las películas que ves o los libros que puedes llegar a leer, es un todo que es la cultura pop y en esa amalgama, tanto en la lírica, como en la composiciones, se tiene que notar. Por otra parte, somos un grupo bastante ambiguo en ese sentido, que se caracteriza por estar a medias entre muchas cosas:  un grupo indie que es considerado por algunos como mainstream, una banda de catalanoparlantes que canta en castellano en medio del procés,  además de las propias contradicciones, las más jodidas de llevar, por eso digo que vivimos en una ambigüedad muy bestia últimamente. 

Después de esta gira, ¿hay ya un nuevo proyecto discográfico en el horizonte?

Estamos grabando demos para el próximo disco, personalmente me gustaría que las giras durasen algo menos, porque se acumula mucho material pendiente de grabar y al final da algo de rabia. Ya sé que el músico vive del directo, pero creo que deberíamos organizarlo de otra manera para que no llegue a pasar tanto tiempo entre disco y disco, eso me tiene roto. Por los compromisos que tenemos, el nuevo trabajo podría salir a finales del año que viene.