«Lo que más me gusta fotografiar es a la gente»

A. Díaz
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«Anoté todo lo que me ayudó a crecer como profesional»

El fotógrafo Tino Soriano. - Foto: Ariel Jerozolimski

Tino Soriano, invitado por el Colectivo Foto Albacete, visita la capital para hablar  sobre su trabajo para National Geographic. Estará hoy, a las 19,30 horas, en el salón de actos del Casino Primitivo, con entrada libre. El artista, que divide su trabajo entre la fotografía de viajes y el fotoperiodismo, impartirá un taller para 35 personas, durante el fin de semana. 

Para un fotógrafo, trabajar para National Geographic, ¿puede ser una de sus grandes aspiraciones?

Es una aspiración que en mi  caso me llegó cuando debía tener seis o siete años, porque mi padrino tenía la colección de National Geographic y me crié viendo aquellas tapas de color amarillo, con fotografías  en blanco y negro y luego en color que te iban mostrando un mundo tan diferente al que me rodeaba y esto alimentó mi deseo de ver estas cosas de primera mano y la única manera que había era ser fotógrafo o cinematógrafo. Por circunstancias de la vida decidí que la cámara de fotos era más ligera. 

¿Cuándo comenzó?

Hace unos 20 años, porque primero empecé a trabajar para la revista Traveler, haciendo reportajes de viaje.  

¿Cuál diría que fue su reportaje más querido para  National Geographic?

Mi libro de España es el mejor que he hecho para ellos, porque estaba jugando en mi terreno y conseguí una mirada más profunda  que la que podría obtener, por  ejemplo, un fotógrafo norteamericano. 

Para National Geographic es muy importante que un fotógrafo entienda y tenga raíces, si es posible, en lo que está haciendo. Por ejemplo en mi caso, he trabajado para ellos el área del Mediterráneo, aunque he tenido excepciones, como Sudáfrica, Serbia o Escocia.  

¿Qué es lo que más le gusta fotografiar?

Lo que más me gusta fotografiar es a la gente, incluso cuando hago monumentos, si puedo, pongo gente en ellos. No soy de los fotógrafos arquitectónicos, en mi caso, estoy enamorado de la gente. 

Creo que esa comunión entre gente y lugar donde vive da una idea más aproximada para un espectador. Me encanta mezclar a las personas en mi temática.  

En su caso también se lanzó a contar su experiencia.

Acaba de aparecer un libro, Ayúdame a mirar. La Biblia del reportaje gráfico, y el año pasado apareció otro, Los secretos de la fotografía de viajes y creo que habrá alguno en Albacete, en alguna librería para firmar, creo que, como fotoperiodista, soy más bien un comunicador. Hace un  par de años estuve dando la vuelta al mundo para Olympus y cada día colgaba una historia, texto y fotos, en las redes, que se pueden ver en mi blog, hay unas 60 entradas de esta vuelta en 60 días.

Luego, vídeo con National Geographic, sí que he hecho tres, como actor. 

¿Ayúdame a mirar es un libro también para el aficionado a la fotografía?

Sí, es un libro que he estado escribiendo durante 25 años.  Anoté todo lo que me ayudó a crecer como profesional y decidí reunirlo. Ese todo es la suerte que he tenido, al estar en contacto con los mejores fotógrafos del mundo. 

¿Blanco y negro o color?

Fotografío de las dos maneras, pero el color es mucho más difícil, porque tiene fecha de caducidad. Por ejemplo, cuando ves una película de los años 50 ó 60, por el tipo de color casi la sitúas en la época. Poca gente consigue una imagen en color que traspase las décadas. En cambio el blanco y negro, en este sentido es inmortal, luego te permite comunicarte directamente con el espectador.

En estos momentos el lenguaje del color es importante utilizarlo, sobre todo en la fotografía de viajes, tienes que llegar al gran público.  

¿Utiliza cámaras muy complejas, de última generación?

Es todo lo contrario, yo llevo una cámara amateur. Trabajo con Olympus, que son cámaras muy pequeñas y llevo los objetivos en los bolsillos. Cualquiera que me vea lo último que pensaría es que soy un profesional con experiencia. Me gusta trabajar con cámaras pequeñas, que no llamen la atención. 

¿En que trabaja?

Apareció en enero, en National Geographic, pero está inacabado, es sobre medicina tradicional en el mundo. La idea consiste en que un 80 por ciento de la población mundial no tiene acceso a la sanidad tal como la conocemos y acude a sanadores.