El paciente con listeriosis podría ser del brote andaluz

T.R
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No se descarta que el varón guineano hospitalizado en el CHUA, que hoy será dado de alta, consumiera la carne mechada contaminada en Sevilla o Cádiz

La seguridad alimentaria, bajo el foco. - Foto: DOMCA

Cuando acaba de conocerse una nueva alerta por listeria, en este caso por la contaminación de la carne mechada de la marca Sabores de Paterna, de Cádiz, las sospechas de que el afectado de listeriosis que permanece ingresado en el Hospital General de Albacete podría pertenecer al brote andaluz cobran más fuerza. Ymás cuando se ha sabido que Salvador Micha Nsa, el afectado que está siendo tratado en el centro hospitalario albacetense, había regresado a la ciudad procedente de Sevilla y Cádiz, donde trabajaba en la construcción, tras recibir el aviso del empeoramiento del estado de salud de su abuela. Esta circunstancia la dejó clara su amigo, Ricardo Argudo,  que denunció el «ocultismo» del Sescam en relación con este caso. «Debió consumir carne mechada contaminada en estas ciudades».

Los datos de la encuesta epidemilógica que acaba de cumplimentar Salvador Micha, que hoy será dado de alta, junto con el estudio microbiológico, siguiendo los criterios fijados por el Ministerio de Sanidad, determinarán si su caso corresponde al brote andaluz de listeriosis, algo que se ha retrasado porque según aclaró Argudo, hasta ahora el estado de salud del infectado impedía conocer el origen del contagio debido al daño cerebral que le causó tanto la listeria como la meningitis bacteriana que padece, lo que motivó que fuera encontrado en estado de coma en la pensión donde se alojaba el pasado día 12 de agosto. Tras permanecer varios días en la UCI, Micha Nsa pasó a planta, a una habitación donde está aislado. Sin embargo, a día de hoy su memoria sigue bastante alterada, sobre todo, los recuerdos más recientes.

Por si todo esto fuera poco, ahora este albacetense de adopción pero guineano de nacimiento se enfrenta a otro problema: encontrar un lugar donde recuperarse para, si las secuelas de la enfermedad se lo permiten, retomar su vida diaria de forma autónoma. «Ahora mismo no es capaz de valerse por sí mismo, sigue muy desorientado, pero la única solución que nos dan los trabajadores sociales del hospital es que se aloje en el albergue o en el Cotolengo», señaló Argudo. 

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