El proyecto Ibañeses Solidarios permitió esta Navidad enviar una recaudación de 9.170 euros a los afectados por la erupción del volcán Cumbre Vieja, fondos que recientemente se ingresaron en una cuenta abierta por Cáritas Tenerife-La Palma, entidad que los gestionará para que lleguen a los más necesitados.
Este movimiento vecinal continúa así con su original y exitosa iniciativa de reciclar productos de plástico para crear elementos de decoración navideña, que sirven tanto para engalanar las calles de la localidad como para ponerlos a la venta con un fin solidario. Lo hicieron por primera vez en 2019, obteniendo algo más de 8.000 euros que donaron a cinco asociaciones sociosanitarias locales, «un éxito tan grande que nos motivó a todos para seguir trabajando», según detalla Juan Antonio Gómez Valverde, impulsor del proyecto.
Ibañeses Solidarios, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y la Fundación Caja Rural Casas Ibáñez, nació de una propuesta «de Julia Jávega, concejal de Fiestas, que sabía que me gustaban estos trabajos, porque siempre decoro la iglesia para Navidad, y me animó a pensar en un tipo de decoración para las calles que resultase económico y además sirviera para fomentar el reciclaje. Empezamos a contactar con más gente, cada día acudían más personas y al ver el buen resultado, se animaron a continuar con el proyecto».
La pandemia frenó esas iniciativas en 2020, pero las decenas de participantes estaban decididas a seguir adelante con esta actividad solidaria y la retomaron en cuanto fue posible. Para esta campaña navideña, participaron unas 80 personas, que se reunían cada tarde en al antiguo mercado para elaborar los adornos o colaboraban desde sus hogares, encargándose de algunas partes del proceso.
El comienzo de la preparación coincidió con la erupción del Cumbre Vieja y rápidamente se decidió que la recaudación sería para los afectados de la isla canaria. Una de las formas de colaborar fue la compra, a un precio de cinco euros, de un original adorno, compuesto por «dos campanas hechas con las bocas botellas de plástico, el badajo con cuatro cápsulas de café, hojas de acebo también de plástico y tres tapones rojos haciendo de fruto, colgando de todo ello una bola con el dibujo de un volcán y el lema Casas Ibáñez con La Palma». «Tuvieron muy buena acogida, llegando a agotarse las que teníamos disponibles y obligándonos a hacer más hasta vender unas 800», explica Gómez.
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