Los rastreadores de la Base Aérea llevan 91.340 llamadas

Josechu Guillamón
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Los militares realizaron 1.640 comunicaciones con positivos confirmados y telefonearon a 7.700 contactos estrechos y a 80.000 personas para las vacunas

Imagen de los rastreadores durante su jornada. - Foto: Arturo Pérez

Desde que la sala de rastreadores de la Base Aérea de Albacete comenzó su labor el 3 de noviembre de 2020, los profesionales que la componen han realizado 91.340 llamadas.

Aunque dicha sala está compuesta por 41 profesionales de las tres escalas; es decir, oficiales, suboficiales y tropa, diariamente están activados 21 militares realizando las labores de rastreo, de lunes a domingo, los siete días de la semana. En periodos mensuales estos militares se van relevando, bien para descansar o bien para realizar parte de las labores que llevaban a cabo antes de incorporarse al equipo de rastreo.

De los 41 militares que componen el equipo de rastreo, 31 pertenecen al Ala 14, nueve a la Maestranza y uno al Programa de Liderazgo Táctico (TLP).

Su función. Inicialmente los rastreadores tenían una función muy clara, como explica el capitán Antonio Navarro Moratalla, al mando de la sala. «Al principio nuestro cometido era el rastreo de contactos positivos confirmados, a partir de los cuales se obtenían contactos estrechos, procediendo a su aislamiento y seguimiento posterior». 

Además el rastreador atendía  todas las dudas sobre el protocolo de actuación y de aislamiento.

Por otra parte, también realizaban una llamada a mitad de aislamiento para comprobar que se encontraban bien y otra más al final del aislamiento para notificarle que su encierro había terminado, en caso de que se encontrase bien.

Desde el inicio de su labor se han realizado 1.640 llamadas a contactos por positivos confirmados, 7.700 llamadas a contactos estrechos y 2.000 llamadas de seguimientos. Esto implica que desde noviembre hasta el pasado 1 de julio llevan 9.340 personas rastreadas.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que no todas las llamadas tienen la misma duración, como explica el responsable de la sala de rastreadores. «La primera llamada siempre es la más exhaustiva y, de media, puede durar 30 minutos. De cada llamada, además, obtienen nuevos nombres y números de teléfono: compañeros de piso, familiares, amigos, gente del trabajo...».

Durante el mes de noviembre, cuando comenzaron con las labores de rastreo, el índice de llamadas era de unas 40 al día y durante los periodos de olas de contagios se han llegado a realizar en torno a 200 llamadas a contactos positivos confirmados al día. 

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