El triatleta rodense Davis Castro fue uno de los pocos deportistas españoles que pudo competir en los últimos días, ya que prácticamente todo el deporte está parado por el coronavirus. Castro compitió con la selección española en la primera prueba de la Copa del Mundo que se disputó en Australia, a la que el rodense acudía con buenas expectativas, aunque le mala suerte le impidió terminar la prueba.
Desde Nueva Zelanda, donde David Castro se desplazó tras la prueba australiana, habló con La Tribuna de Albacete  para relatar su experiencia en este arranque de temporada. «La Copa del Mundo no fue todo lo bien que podría haber ido, ya sabía que iba a ser una de las últimas pruebas del calendario porque debido al coronavirus todo se iba a suspender, era la última bala», indica.
Acudía Castro a esta prueba con mucha ilusión, sobre todo por el nivel de la misma. «En la competición había un gran nivel, sobre todo por los australianos y los neozelandeses, además, al ser año olímpico todo el mundo está luchando por clasificarse para los juegos de Tokio y por eso el nivel era importante, lo que hizo que la prueba fuese bastante divertida en ese sentido», asegura.

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