"Ser primera bailarina es un sueño, pero no mi meta final"

A.M.
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Este verano la albacetense Pilar Arteseros, que hace siete años superó la audición para entrar en el Ballet Nacional de España, se convirtió en una de las tres solistas

Pilar Arteseros, una de las tres bailarinas solistas del Ballet Nacional de España. - Foto: JESÚS ROBISCO/BNE

Apenas echó a andar empezó a bailar por soleares. Sin formación previa, sin una herencia con la que justificarse. Con solo tres años, Pilar Arteseros ponía el punto final en la fiesta de la escuela con unas sevillanas que no sabía bailar, pero sí cuadrar con la música. El instinto  maternal puso el resto. Con cuatro años se matriculó en la Escuela de Danza Charo de Lara, pasó por el Liceo de Arturo Moya y por el Real Conservatorio Profesional de Música y Danza de Albacete. Siguió en los Profesionales de Alicante y Madrid, logró matrícula de honor y se puso a bailar. Hace siete años, Pilar Arteseros superó la audición del Ballet Nacional de España y este mismo verano se convirtió en una de sus tres solistas.

¿Fue a danza como podía haber ido a gimnasia?

No, no fue casualidad. Mi madre me hizo una falda de volantes cuando tenía tres años porque me encantaba bailar. Improvisaba flamenco, copla, sevillanas… y me matriculó en la Escuela de Charo de Lara, donde los martes recibía clases de Danza Clásica y los jueves de Danza Española. A mí se me quedaban cortas, yo quería ir todos los días.

¿Determinó Charo de Lara su inclinación por la Danza Española?

Charo de Lara me marcó mucho. Supo transmitirme su amor por la danza, pero sentía que la Clásica me costaba más, era más lenta, yo quería movimiento, más baile, castañuelas, zapateo… La Danza Clásica la empecé a disfrutar cuando llegué al Profesional, conforme fui creciendo,  conforme pasaban los años la iba sintiendo en mi cuerpo y yo me iba sintiendo en ella. La Danza Clásica es muy importante en la Escuela Bolera, una de las especialidades de la Danza Española; ese es mi terreno y a través de ella empecé a sentirla como mucho más natural.

¿Por qué se marchó con 13 años al Conservatorio Profesional de Alicante y no se quedó en Albacete?

Yo no pertenezco al plan de estudios del 66, sino al plan Logse, que reparte las enseñanzas de danza en cuatro años en el Elemental, seis en el Grado Medio, ahora llamado Profesional, y otros cuatro años en el Superior. Me tenía que esperar un año entero para seguir la carrera, un año de parón, porque en Albacete no estaba implantado del todo. Quería saber cómo era una prueba de acceso en un conservatorio, pues todo el mundo hablaba de ella como algo muy difícil. Mis padres me apoyaron en todo momento, hice la prueba de acceso y me admitieron. Lo único que quería era bailar y seguir bailando. Por encima de todo estaba la danza y no me importaba cambiarme de ciudad para continuar el Profesional. Estuve en una residencia y los primeros meses fueron muy duros. Alguna que otra lagrimita se me caía porque echaba mucho de menos a mi familia.

Hasta que a los 17 se trasladó al Marienma de Madrid…

Madrid estaba muy presente en mi carrera. Era el siguiente paso porque es la ciudad que más oportunidades te puede ofrecer, donde más compañías puedes buscar.

¿Compaginó esta carrera artística con el Bachillerato?

Con 17 años me fui a Madrid y estudié primero de Bachillerato. Ese verano empecé a ensayar y a tener funciones con Nuria Pomares y con Aída Gómez. Cuando empezó el siguiente curso, pedí permiso en el Conservatorio porque seguía bailando y me permitieron faltar, no así en el instituto. Así que me dejé Bachillerato a la mitad. El año pasado aprobé el acceso a la Universidad para mayores de 25 años porque quería retomar los estudios. Para mí es importante realizar el Grado Superior, pero cuando en 2018 convocaron las pruebas de acceso estábamos de gira. Además, me apasiona mucho la literatura.

En 2012, después de más de 10 años bailando en compañías privadas, entró a formar parte del cuerpo de baile del Ballet Nacional de España.

¿Es difícil acceder a esta compañía?

Sí, porque tienes que ser una bailarina o un bailarín muy completo, controlar todas las especialidades de la Danza Española: la Escuela Bolera, el Flamenco, el Folclore, la Danza Estilizada… Luego cada uno tiene su fuerte, pero para superar las audiciones públicas que hace el Ballet tienes que ser bueno en todas.

(La entrevista completa en página impresa)