«El Románico ofrece peculiaridades distintas en cada región»

V.M.
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«Los tímpanos y capiteles decorados sirven a los cristianos de recordatorio de la predicación»

Ramón Yzquierdo Perrín, doctor en Historia del Arte. - Foto: José Miguel Esparcia

El doctor en Historia del Arte y catedrátido de la Universidad de A Coruña, Ramón Yzquierdo Perrín, intervino ayer en el ciclo sobre El Románico en el Sur de Francia, promovido por la Asociación de Amigos del Museo de Albacete. El ponente analizó algunos ejemplos ilustrativos del desarrollo del estilo en esta zona del continente.

¿Cuáles son esas catedrales e iglesias tan representativas?

He seleccionado seis monumentos del Rosellón, Languedoc y la Provenza de tres momentos significativos, dos monasterios que hunden sus raíces en el mundo prerrománico que servirían de enlace dentro de la arquitectura monástica del siglo XI, dos edificios que enlazan el período clásico con el arte medieval y utilizan elementos romanos en la zona de Arlés y dos grandes monumentos vinculados a la peregrinación a Santiago: Santa Fe de Conques y Saint-Sernin de Toulouse.

¿Qué particularidad  tiene esta corriente artística en el Sur de Francia?

Posee varias singularidades: la primera es lo temprano que surgen algunas construcciones, caso de San  Miguel de Cuixá, que marcan la evolución monástica de la zona; en segundo lugar la vinculación con el mundo clásico romano, presente en el Sur de Francia; y en tercer lugar su desarrollo dentro del mundo de la peregrinación medieval.  

¿Podría definirse el Románico como el primer gran estilo artístico que aglutinaría a todo el continente europeo?

En cierta manera sí, porque surge en momento de paz respecto a los graves problemas de invasiones registrados tras la caída del Imperio Romano y el asentamiento posterior de esos pueblos en lo que serán los reinos europeos. En ese período las cosas ya van fraguando y toda la Europa Occidental participará de planteamientos culturales bastante homogéneos, lo que no quiere decir que todo el Románico sea igual, ya que es un estilo que manifiesta peculiaridades diferentes en cada región.

¿Su profundo simbolismo y el afán catequético de los artistas por evangelizar sería otro aspecto a destacar?

Claro, nosotros tenemos hoy muchos medios de comunicación y difusión, pero en aquella época mucha gente no sabía leer, ni escribir y había que adoctrinarla. Los tímpanos y capiteles decorados sirven a los cristianos de recordatorio de lo que escuchaban en las predicaciones.

Otro aspecto reseñable sería la importancia de la ruta jacobea en la evolución del propio estilo, ¿no?

La peregrinación a Santiago de Compostela es fundamental durante estos siglos medievales, fundamentalmente los siglos XI, XII y comienzos del XIII, porque todo gira en torno a la preocupación por la salvación del alma, que se conseguía por penitencias y veneración de reliquias y claro si esas reliquias son de  un apóstol de Cristo, primo además de Jesús y que predicó el Evangelio en el Occidente de Europa tanto mejor, porque los Santos Lugares estaban en poder de los musulmanes y el Papado no tenía todavía la fuerza que va a adquirir en siglos posteriores.

Cambiando por completo de tema y en relación al incendio de Notre Dame, ¿cree que el rico patrimonio histórico-artístico español está debidamente protegido?

Evidentemente habría que tomar más medidas, porque es un problema serio, pero la seguridad al cien por cien no la hay nunca. Una iglesia románica tiene una estructura diferente a la de una catedral gótica y, por ejemplo, en la Catedral de Santiago ese riesgo no existe, porque no hay estructura de madera bajo las cubiertas,  pero sí pueden arder conjuntos como la  Capilla Mayor, de madera barroca. En cualquier caso no sólo el fuego puede poner en peligro el patrimonio monumental, sino otros factores como el riesgo derivado de la aglomeración de gente para admirar una obra, lo que ocurre en el caso del Pórtico de la Gloria.