Las estafas con tarjetas crecieron un 38% en 2018

Josechu Guillamón
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La Policía Nacional contabilizó 553 engaños mediante el uso de claves bancarias logradas de forma fraudulenta por Internet, con la sustracción o tras un extravío

Imagen de un agente de Policía Nacional ante sus ordenadores. - Foto: R. S.

Las estafas con tarjetas de crédito o débito crecieron un 37,9% durante el año 2018 en Albacete, según los datos facilitados por el Cuerpo Nacional de Policía.

En concreto, durante el pasado año, los agentes contabilizaron 553 estafas de este tipo, frente a las 401 registradas en 2017.

Según el jefe de la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional de Albacete, Ulises Quesada, en la mayor parte de los casos se trató de personas que realizaron compras a través de Internet tras haber obtenido las claves bancarias de sus víctimas fraudulentamente o directamente son casos en los que se sustrae la tarjeta al propietario y se realizan compras antes de que sea anulada. «Normalmente la víctima ha realizado un pago previo en otra página y en esa compra on line es en el momento en el que le sustraen los datos de la tarjeta bancaria. También puede ser porque el estafado ha extraviado la cartera o se la han hurtado».

Otros delitos. Aunque las estafas por Internet con tarjetas han crecido, también han aumentado notablemente otros delitos informáticos. Si nos referimos a los delitos contra el patrimonio a través de Internet se contabilizaron 924 en 2018 (incluyendo en este apartado las 553 estafas con tarjetas), frente a los 647 casos de 2017, lo que supone un crecimiento del 42,81%.

Además hay otras estafas por Internet como las conocidas cartas nigerianas, en las que los estafadores originalmente de origen nigeriano, hacen creer a sus víctimas que son beneficiarios de una herencia o de un premio de lotería y les convencen de que tienen que entregar diferentes cantidades para hacer frente a los pagos de los trámites burocráticos para recibir la totalidad del dinero, aunque puede variar en algunos casos. 

Según Quesada, uno de ellos es aquel en el que los delincuentes suplantan la personalidad de un individuo conocido de la víctima, como por ejemplo un sacerdote y hacen creer que está enfermo y se encuentra en otro país y solicita dinero para regresar a España. Los estafadores envían correos a todos los contactos de Facebook del sacerdote y les piden dinero. 

De este tipo de estafas la Policía Nacional ha detectado 345 casos en 2018, frente a los 236 contabilizados en el año anterior, lo que implica un crecimiento del 46,18%.

Dentro de este tipo de estafas también encontramos las transferencias electrónicas fraudulentas, que han pasado de tres a seis en un año. «La víctima tiene una empresa con proveedores y alguien controla su correo electrónico y le manda un mensaje haciéndose pasar por uno de sus proveedores y le dicen que han cambiado la cuenta donde realiza los pagos de los productos que le sirven, de forma que la víctima ingresa el dinero en otra cuenta».

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