El proyecto iniciado en 2013 por el secretario general de UGT en Albacete, Francisco Javier González García, continuará durante los próximos cuatro años tras lograr su candidatura el respaldo unánime de los delegados en el último Congreso Provincial celebrado por el sindicato.

¿Una responsabilidad más grande si cabe por la actual situación que atravesamos?

Evidentemente asumo la responsabilidad de dirigir un proyecto al que consideramos le queda más rodaje y dará estabilidad al sindicato, con unos objetivos bien definidos tanto a corto como a medio plazo, priorizando la reconstrucción económica y siendo una herramienta útil para que los pactos que se están fraguando supongan una recuperación mucho más rápida del tejido sociolaboral de la provincia, presentando en ese sentido medidas y propuestas como las que llevamos a cabo en el Pacto por la Reconstrucción de Albacete. También son objetivos prioritarios para nosotros la mejora de los servicios del sindicato al afiliado, actualizándolo a las nuevas tecnologías, e incrementar el nivel de afiliación y la representatividad.

Desde los sindicatos reiteran la necesidad de  salir de esta crisis  poniendo el acento en las personas, ¿buscan marcar distancias claras con la anterior crisis financiera?

Por supuesto, además la diferencia la estamos notando, porque en la crisis financiera de 2008-12 atendimos un volumen ingente de expedientes de regulación de empleo, se destruyó tejido productivo muy valioso y las medidas que se pusieron en marcha fueron básicamente  para rescatar a los bancos; sin embargo en ésta el diálogo social está dando frutos y se ha participado en la elaboración de medidas dirigidas al apoyo a las personas fundamentalmente, un ejemplo es que el ingreso mínimo vital era una demanda histórica de los sindicatos de clase y este Gobierno ha sido sensible y lo ha puesto en marcha, aunque con carencias a la hora de gestionarlo.

En esa línea la prolongación de los ERTE, ¿se antoja esencial para UGT?

Sí, los ERTE tienen una doble finalidad: salvar el empleo y recuperar el tejido productivo. Somos conscientes que debemos cuidar el sistema, los ERTE  han funcionado muy bien y se han erigido como una de las propuestas que apoyamos desde el principio como sindicato, porque han permitido que los trabajadores se vayan reincorporando a sus puestos dependiendo de la reactivación  empresarial, sin duda deben mantenerse mientras continúe la actual crisis derivada de la pandemia.

El pasado 11 de febrero comenzó una movilización con la derogación de la reforma laboral y del sistema  de pensiones y la subida del SMI como telón de fondo, ¿cómo ve ese proceso de negociación?

El Gobierno se comprometió con los sindicatos a una serie de cuestiones que tiene que cumplir y es el momento, no vale dar ahora marcha atrás. No se pueden hacer interpretaciones del Pacto de Toledo, simplemente se le debe dar cumplimiento y debemos tener un sistema público de pensiones digno y garantizado, además se debe incrementar el SMI  y derogar definitivamente la actual reforma laboral que ha originado más precariedad. De hecho el próximo día 11 retomaremos esas movilizaciones tendentes a desarrollar políticas dirigidas a la creación de empleo estable y al fortalecimiento de las condiciones laborales.

La temporalidad de la contratación y la precariedad del empleo, ¿son otros caballos de batalla? 

Sólo hace falta ver las estadísticas para comprobar que sólo entre el cuatro y el seis por ciento de los contratos que se firman regularmente son de carácter indefinido, son cifras contundentes y creo que ese no es el camino. Debemos mejorar las condiciones económicas si queremos crecer adecuadamente y si un trabajador no puede desarrollar un proyecto vital básico difícilmente podremos crecer como sociedad, es preciso un cambio de rumbo de 180 grados y dirigir todos los esfuerzos a generar empleo estable y de calidad.

¿Será determinante la unidad de acción sindical en la próxima negociación colectiva?

La unidad de acción en Albacete está garantizada y los sindicatos de clase tenemos claro que el proceso de negociación colectiva será muy difícil, porque no se puede medir a todos los sectores con la misma vara y tenemos que ser flexibles con los que peor parados saldrán de la crisis. Evidentemente, los salarios tienen que crecer moderadamente y deben adaptarse a la situación actual, tenemos que actualizar los convenios e incluir esas cláusulas relacionadas con el teletrabajo, con erradicar la brecha salarial de género y reducir la tasa de siniestralidad laboral, una de las más altas de nuestro país. 

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