Representantes del Gobierno de Castilla-La Mancha continúan estos días su viaje de trabajo a China,  país que se consolida como el segundo mercado extranjero emisor de flujos turísticos a Castilla-La Mancha, en cuyos hoteles se han alojado 30.266 viajeros procedentes del país asiático entre enero y agosto de 2019, según las ratios de ocupación hotelera.

El vicepresidente del Ejecutivo autonómico, José Luis Martínez Guijarro, que ha visitado en China la nueva área de Tianfu, junto al consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, ha resaltado que estos datos suponen un crecimiento del 52%, comparados con los resultados obtenidos durante los primeros meses del año anterior.

Martínez Guijarro ha insistido en la importancia del mercado chino para el sector turístico de Castilla-La Mancha, ya que supera el 10 por ciento del total de la demanda no residente de ocupación hotelera de la comunidad autónoma.

Para el vicepresidente del Gobierno regional, los turistas chinos que eligen la región para visitarla y alojarse en ella, lo hacen atraídos por su oferta cultural y arquitectónica y por su gastronomía, todas ellas «referentes», ha remarcado.

A esto hay que sumar la cercanía con Madrid y la existencia de un importante número de viajes a Andalucía, que hacen de Castilla-La Mancha, por su «privilegiada ubicación» en el centro de España y sus «magníficas infraestructuras» de transporte, «un destino con gran potencial», ha enfatizado.

Martínez Guijarro ha estimado que este 2019 cerrará con algo más de 40.000 viajeros chinos alojados en hoteles de la región, una cifra que supera en casi 10.000 a la registrada en 2018 y que supone «un nuevo récord».

En este contexto, y en un encuentro con el vicealcalde de Leshan, Ke Quan, éste le ha pedido su colaboración para lograr el hermanamiento con la ciudad de Cuenca y el vicepresidente se ha comprometido a hacer las gestiones pertinentes con el Ayuntamiento conquense.

Leshan destaca por contar con el Gran Buda, ubicado en el monte de Lingyun, que es, con 71 metros, la estatua de buda esculpida en piedra más grande del mundo y fue declarada como Patrimonio de la Humanidad en 1996 junto con el paisaje panorámico del monte Emei, al igual que el conjunto de la ciudad de Cuenca. La agenda de la delegación castellano-manchega en el país asiático se ha completado con una reunión con representantes del China Council for the Promotion of International Trade (CCPIT) de Chengdu.