Val-Carreres: «De la Viña entró con hemorragias brutales»

Pedro Belmonte
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El prestigioso cirujano taurino, que atendió al banderillero tras su cogida, cree que no tendrá ninguna secuela cerebral, «pero hasta que no lo vea consciente tampoco podemos asegurarlo»

Val-Carreres (derecha) recibe la distinción de ‘Los sabios del toreo’ de manos de Jesús Cuesta. - Foto: P.B.

El pasado domingo, en la plaza de toros de Zaragoza, el banderillero albacetense Mariano de la Viña, a las órdenes del valenciano Enrique Ponce, con quien lleva 30 años toreando, fue cogido por el cuarto toro de la tarde, que le propinaba dos gravísimas cornadas, además de un golpe, del que quedó inconsciente, siendo trasladado a la enfermería, donde entró sin pulso, en una situación muy comprometida para su vida.

Allí se encontraba un gran equipo médico comandado por el prestigioso cirujano taurino Carlos Val-Carreres, quienes se hicieron cargo de la situación y, aunque hubo momentos muy delicados, ahora podemos decir que la evolución está siendo muy favorable, e incluso el martes, se le bajó el pronóstico de «muy grave» a «grave».

El doctor Val-Carreres tuvo la amabilidad de atender a La Tribuna de Albacete para explicar cuál es el estado del buen banderillero albacetense y como entró en la enfermería el pasado domingo.

«Todavía no han emitido el parte en la UCI (ayer a las 11 horas), pero esta noche la ha pasado tranquilo sin que haya habido grandes variaciones respecto al día de ayer, pero tampoco está peor. Le bajamos el pronóstico de muy grave a grave y la situación es buena, tiene un buen pulso arterial, buen retorno venoso, las heridas tienen un buen aspecto y voy a curarle ahora, ya que hoy todavía no lo he visto, pero las noticias de esta madrugada cuando he llamado, es que ha pasado la noche tranquilo y que se estaba despertando un poco más», aseguraba.

La entrada a la enfermería fue muy poco alentadora, como el propio doctor reconoce: «Como he dicho en varias ocasiones, su entrada en la enfermería era en un estado cataclísmico, estaba inconsciente, con unas hemorragias brutales por la región glútea izquierda y por la arteria femoral derecha, en definitiva, un enfermo que milagrosamente salió adelante, esa es la realidad. El golpe no pudimos evaluarlo hasta que fue trasladado al hospital, después de embolizar la arteria ilíaca interna izquierda y la parte terminal de la derecha, que fue cuando le hicimos un TAC de todo el cuerpo para ver si tenía más lesiones, porque no nos podíamos ni mover, ya que hubo que cortar la arteria y restaurarla y hacer un taponamiento en el otro lado ya que no permitía ni cambiarlo de posición. En las pruebas no se observó que hubiera daño neurológico y además el herido está despertando adecuadamente, lentamente, pero de forma adecuada».

A partir de ahora el proceso es ir quitándole la sedación para que vaya recuperando la consciencia. «A partir de ahora, los intensivistas, cuando puedan, tratarán de destubarlo, pero no digo que vaya a ser hoy. A unos les cuesta más y a otros menos, ya que llevan los anestésicos de la enfermería, toda la sedación de la UCI, en fin, que es una situación especial porque mientras otros heridos o enfermos, les dura entre 12 y 24 horas, aquí puede durar 12 más. En cuanto a si pudiesen quedar secuelas, no puedo decirle, ya que creo que no tendrá ninguna cerebral, aunque hasta que no lo vea consciente, tampoco podemos asegurarlo y en cuanto a las heridas de las piernas, vascularmente está muy bien, aunque no hemos podido valorar totalmente, porque por donde entra el pitón, es donde está el nervio ciático izquierdo».

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